Circula por ahí, y reproduzco, un panfleto anónimo viral, preparado para enviar por correo electrónico que tiene todas las grandes artes de las propagandas filonazis de los comités locales comunistas de antaño.
Sé que no tienen remedio, que no sirve de nada criticarlos, pero lo hago porque me enerva el cinismo, la chulería, el insulto a la inteligencia, la trasnochada visión deforme de la realidad donde hay patrones opresores y obreros oprimidos, hadas y brujas. La decimonónica conciencia de clase -ya extinta- y mala conciencia del "esquirol"; la absurda idea de que los socialistas son gente pacífica, bonachona y que los que ejercen la violencia son los de la derecha... Como si Pol Pot, Castro, Carrillo o Stalin fuesen santones y sus genocidios epidemias crónicas...
En definitiva, es rescatable porque es el último panfleto del siglo XIX, principios del XX.
Si fuese del XXI ¿qué diría?
- Que el comunismo no funciona, como bien dice BXVI. Nunca funcionó. Es un regimen atroz. Inhumano.
- Que los sindicatos "mayoritarios" se han quedado solos, que los obreros no les dan un duro y que viven del Estado liberal, burgués y no sólo no les importa, sino que matarían por seguir chupando de la gran teta estatal.
- Que la convocatoria de huelga está pactada y es simplemente la manera que tienen los sindicalistas de justificar su sueldo; que fue el propio Rajoy quien les pidió el paripé para demostrar ante Alemania y Francia que la reforma era "muy dura".
- Que ha sido un gobierno de izquierdas quien ha traído los cinco millones de parados y que si hubiese sido de derechas hubiesen sido quizá cuatro y medio o cinco.
-Que la corrupción de la izquierda y la de la derecha es directamente proporcional al poder que tocan, sin diferenciarse unos y otros más que en las formas (que no en los fondos)
-Que la corrupción de los sindicatos es y ha sido escandalosa. Sólo con lo que se llevaron con el Plan Socialista de Vivienda (¿recuerdan a la UGT y a CCOO robando las casas de los obreros?) ya vivirían de lujo, pero son organizaciones que sacan dinero de los fondos de la Fundación Tripartita, la falsa formación a empresas, los falsos ERES, el PER, los falsos CFP, los planes de igualdad, el salario arrancado a la empresa por Ley, etc. etc. Además de lo que les toca "legalmente". Los fraudes de los sindicatos son tales que superan su patrimonio, que -por cierto- se lo dió el Estado como compensación a las expropiaciones de antes de la Guerra.
-Que la UGT fue una organización terrorista que tuvo sus checas repartidas por todo el territorio nacional, donde se torturaba y se asesinaba a españoles sin juicio y sin la mediación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. No hay que olvidar también que hubo expropiaciones previo fusilamiento de los legítimos propietarios.Y que esos asesinatos y esos robos de antes de la guerra les permiten tener ahora un patrimonio, porque luego les fue "devuelto".
-Que no hay que escribir la arroba en el género, que se entiende que el amigo puede ser amiga. Horteras. Paletos.
Pero no lo dice y yo voy a trabajar el 29 por todas y cada una de las razones que abajo se dicen, simplemente por llevar la contraria al parásito que escribió esto:
CITA
Si tienes cierta incomodidad cuando alguien te pregunta qué harás el 29M, no te preocupes
¡Elige tu excusa para no hacer huelga!
Si el 29 de marzo no vas a hacer huelga y sientes cierta incomodidad cuando alguien te pregunte si la vas a secundar, no te preocupes. No hace falta que pienses qué vas a responder. A continuación tienes un listado de excusas. Elige la que más vaya con tu estilo y tranquiliza tu conciencia:
Excusa “coyuntural”: “La situación no está como para hacer huelga”. Está claro que es mucho mejor tener nuestros derechos todavía más recortados para seguir diciendo lo mismo. Cuanto peor esté la situación menos razones habrá para hacer huelga…
Excusa “pan para hoy, hambre para mañana”: “No me puedo permitir perder el sueldo de un día”. Es evidente que el sueldo de ese día será lo que te permita tener una vida digna. Y además, está claro que no perderás nada con esta reforma laboral y con las que vendrán después…
Excusa “dócil”: “No puedo hacer huelga porque en la empresa las cosas están muy mal y pueden tomar represalias”. Es incuestionable que con las medidas que se están aprobando contra los trabajadores se limitará muchísimo el poder de la patronal para poder tomar represalias contra los trabajadores, incluid@ tú. También es evidente que, si el/la jef@ ve que eres dócil, tus derechos serán más respetados…
Excusa “todos son iguales”: “No estoy de acuerdo con la reforma, pero tampoco estoy de acuerdo con los sindicatos, porque sólo defienden sus intereses”. Indudablemente, lo mejor que se puede hacer para luchar contra la reforma es despotricar con l@s amig@s en charlas de taberna y no participar en una movilización coordinada junto con l@s demás trabajador@s. Mucho más efectivo, sin ninguna duda…
Excusa “yo soy quien levanta el país”: “La gente que hace huelga lo que busca es tomarse un día de fiesta”. Es obvio que lo realmente sacrificado es ignorar la convocatoria de huelga e ir a trabajar, para poder seguir sacrificándose cada vez más con lo que nos viene y vendrá con las reformas contra l@s trabajador@s.
Excusa “gran personalidad”: “En mi empresa muy poca gente hará huelga”. Está claro que, al no hacer huelga tú tampoco, serán más quienes secunden la huelga. Además, si tu compañer@ te escucha diciendo esto y está igual de convencido que tú, seguro que se siente mucho más motivad@ para sumarse a la huelga contigo. Y no olvidemos que, en último término, la mayoría siempre tiene la razón; o al menos si sirve para justificar la actitud propia...
Excusa “no tengo tiempo para huelgas”: “Haría huelga, sí, pero tengo mucho trabajo acumulado y no me puedo permitir perder un día entero”. Es evidente que ese día de trabajo que no perderás será mucho más decisivo que los derechos que te serán recortados por la aplicación de la reforma laboral. De todas formas, existe otra posibilidad: convocar una macroasamblea para saber qué día te viene bien hacer huelga, para que así puedas participar.
Excusa “jefecillo”: “En mi empresa tengo importantes responsabilidades y tengo varios empleados a mi cargo. No puedo hacer huelga”. Está claro que tú no eres un/a trabajador/a cualquiera. ¡Faltaría más! Tú eres algo más. Tranquil@, tú no eres un/a asalariad@ y la reforma no te afectará…
Excusa “políticamente correcto”: “Las huelgas son algo demasiado radical y eso es lo que les gusta a los radicales”. Claro, el brutal recorte de derechos que nos impondrán no será nada radical. Lo harán con buenos modales, bien vestidos, con una sonrisa y una palmadita en la espalda… ¡Así sí que se pueden hacer las cosas!
Excusa “apolítica”: “¿Que si voy a hacer huelga? Yo no me meto en política…”. Es indudable que aceptar sin protestar las medidas contra los trabajadores no es ser cómplice de las mismas… Y además, claro está, participar en política es algo altamente desaconsejable. Eso lo tienen que hacer los políticos, no nosotr@s...
“Estoy de acuerdo con la reforma y es necesaria.” ¡Felicidades! Tú no necesitas buscar excusas. Has conseguido (han conseguido) que te imbuyas de pensamiento burgués y aspires a ser como ellos. Sólo te falta el pasaje para dejar de ser trabajador/a y convertirte en patrón. ¡Eso sí que es un sueño! Tienes toda una vida para seguir buscando. ¡Hay miles de premios!
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