lunes, 25 de marzo de 2013

Marxistas Calimeristas


Muchos fantasmas recorren Europa de la mano de la crisis... manada de llorones postmodernos. Y llevan la batuta un grupo de marxistas-calimeristas que nos incitan a una revolución de culpa y llanto: todo está mal, y lo único bueno es que mañana estará peor. Hay que avanzar en las "contradicciones del sistema" hasta que seamos todos "famélica legión"  de llorones con i-phone 5 y que ven el fútbol en su nueva Tele  Full HD 3D, con Conversor 2D a 3D, 3D Bluetooth Sync, 3D HyperReal Engine, Wi-Fi Direct, Personal Video Recorder Ready, Procesador Dual Core, Smart Content, Smart Hub,  etc. Eso sí, en paro. 

Se trata de un marxismo freudiano que propone una gran catársis de insultos, rechinares de dientes e indignaciones, presumiendo que los problemas no se solucionan y que lo único que tenemos que hacer es cambiar nuestra "actitud" ante los mismos: antes había corrupción, ahora hay corrupción; pero ahora protestamos.  

Este marxismo calimerista deja ver, al fondo la punta de los cuernos de J.P. Sartre y su actitud nihilista ante los problemas: indignados, sin curro, sin casa, sin futuro, no-votantes, no-violentos, no, ni, sin, a-, an-, ex-, etc. En estas manifestaciones vemos juventud que no es joven, artistas que no crean, estudiantes que no estudian y todos lloran contra alguien, contra algo, contra todo. (Ese femenino "llorar contra" lo desarrollaré algún día).

He de hacer dos aclaraciones para las nuevas generaciones: 

Aclaración 1: Calimero era un pollito llorón creado en 1961 con el que crecieron esos indignados de ahora.

Aclaración 2: El marxismo es un invento del siglo XIX, para solucionar problemas del siglo XIX, que se puso en práctica en el XX con resultados pésimos para las economías mundiales (allá donde ha habido marxismo hay pobreza) y que dejó cerca de cien millones (100.000.000) de asesinados y que en el siglo XXI es absurdo desde cualquier punto de vista.   

Las razones por la que estoy harto de los llantos ante la crisis:

A. Porque no es una crisis económica sino una crisis moral
1. Crisis es un eufemismo de caída, de destrucción de la vida cotidiana de las personas, de desfondamiento general. Moral quiere decir que los actos de esas personas que generan la caída son antinaturales

2. Que un acto se antinatural quiere decir que es contrario a la naturaleza humana. La naturaleza humana es lo que hace al ser humano ser humano, es la capacidad de participar de la belleza, la verdad y la bondad. 
3. Crisis moral equivale a que la mayoría de los seres humanos de Occidente repiten actos que les alejan de lo verdaderamente humano. El ser humano se aleja de lo que de verdad importa (lo que le hace más humano) y pierde su tiempo y su energía en actividades neutras o malas para su humanidad, deshumanizándose.
Y no se soluciona llorando, sino teniendo una actitud ejemplar ante la vida, trabajar mucho, más, esforzarse al máximo. El día en que sea expulsado de alguna organización alquien porque suspenda, llegue tarde al trabajo, cobre derechos de autor sin trabajar... ese día me apunto.

 B. Porque es una crisis de las personas y no de los políticos/financieros

Los corruptos son todos y cada uno de los ciudadanos, que ya no creen en nada excepto en el comer, el beber y el (pensar en) fornicar. Creyeron la mentira materialista de que era posible vivir sin Dios, y se autoproclamaron dioses (primero fue Napoleón, luego el resto). Y creyeron invertir los valores, pero se quedaron a medias: valores ligth, mantequillosos, ni vitalistas ni cristianos, valores débiles. de pollito desvalido, valores de niñatos que se manifiestan para lograr un "curro" cerca de casa, bien pagado y que dure poco (entre los 30 y los 50), para que luego les paguemos entre todos vacaciones a Benidorm, los medicamentos, los campos de deporte y Dios sabe qué más.

Como se creen dioses creen que les debemos culto, que les debemos dar de todo y si no se lo damos la culpa es de "El Sistema" (una versión moderna de Satán). 

Pero (¡oh, pecadores!) me consta que la mayoría de los que piden casa, curro y novia (futuro)  se quejan de que El Sistema no funciona y quieren.... ¡que funcione!

¿Habrá algún día alguien que proponga un sistema que vaya contra sus intereses?

C. Porque se ha demostrado que el riesgo es falso

El riesgo de la inversión es la caída. En eso consiste el mundo del dinero: arriesgas poco, ganas poco, pierdes poco. Y si arriesgas mucho puedes perderlo todo. 

Si en vez de tanto cuidado porque el sistema no se caiga dejasen caer a los grandes bancos y a las grandes empresas que tomaron decisiones sin plantearse el futuro... haciendo perder a miles de familias sus ahorros millonarios... entonces el capitalismo futuro se autorregularía, y los clientes de los bancos y los accionistas exigirían transparencia y cárcel a quien defraude... o se irían con su dinero a quien les garantice que ni en tiempo de crisis, sus ahorros peligran. Pero no. Los medios de comunicación hicieron un capitalismo rápido de pérdidas y ganancias similar a un casino... y cayó la cosa. Y vino papá Estado y mamá Merkel a salvar los ahorros de los ciudadanos y nadie va a la cárcel ni le pasa nada por coger dinero de otros, perderlo, no decir nada y pedir más... 

La lección aprendida: pase lo que pase nunca pasa nada.

D. Porque la actitud de queja es cansina.

Vale, vale. Estamos muy mal, pero ante esto toca trabajar más duro y por menos. No se trata de piar más alto. Papá Estado no tiene la obligación de arreglarnos la vida. 

Ante los problemas (porque esto es un problema: nos gobiernan ineptos) hay que hacer algo y mientras tanto tomarse las cosas con sentido del humor.


martes, 12 de marzo de 2013

El 10% se va a la calle

Dos duermen mientras les mira una obra de Ron Mueck

¿Dónde está la bomba que destripe
el terrón maldito de España? 
Máximo Estrella


En todo grupo humano suficientemente numeroso hay un 10% malo (y un 10% bueno). Campana de Gauss, o de Perogrullo. Porque si eliminas los extremos tendrás otros extremos, y así sucesivamente.

El mal gobernante sueña con poder mandar al exilio a unos cuantos opositores radicales; el mal empresario con despedir a ese 10% malo de su empresa que se creen que nada puede pasarles por no cumplir. El mal profesor con eliminar al 10% de alumnos vagos. Pero no es nunca la solución: rápidamente vuelve el 10% malo, esta vez con otras caras, pero sigue existiendo.

El gobernante, el empresario o el profesor debe poner los medios para que ese 10%, aún estando, sea capaz de callarse, de trabajar, de ser motivado por el resto. Para ello primero tienen que tener las estructuras saneadas: debe poder tomar decisiones. El empresario que está atado por los sindicatos debe, en primer lugar minimizar su influencia; el profesor debe tener el apoyo incondicional de las autoridades académicas o de los padres y el gobernante de los votos. Sólo cuando las estructuras están saneadas, si persiste el problema, puede uno despedir a los molestos, porque si no lo hace así, si se despide para sanear se entra en una espiral de clima negativo, de miedo, que sólo puede volverse contra el directivo.

Lo que es de idiotas es pensar que quedará solucionado el problema por eliminar al 10% problemático, sin antes cambiar las estructuras; porque las estructuras son las que permiten que esos sigan y se crean intocables.  

Esto, que es tan sencillo, cada vez lo oigo menos, pero -gracias a la crisis- cada vez veo más ineptos que esperan solucionar sus problemas despidiendo a ese 10%... 

Resumiendo: 

1. Seleccione el problema estructural
2. Limpie las estructuras
3. Observe las reacciones
4. Limpie, si no queda más remedio al 10% indeseable

miércoles, 6 de marzo de 2013

Chávez y el doctor Montes

Montes ofrece a los periodistas su cáliz envenenado
Es inmoral mantener a una persona con vida para algún fin distinto que no sea su propia curación o salvación. Las personas deben morir cuando les toca, usar la libertad para decidir cuándo tenemos que morir es querer ocupar el lugar de Dios. 

Es cierto que el científico moderno tiene que ponerse en el lugar de Dios para comprender el mundo, pero debe saber que es un juego, que aunque se tome el punto de vista de Dios, el que hemos llamado "objetivo", él no es más que un humano corriente y tiene que actuar como un humano más y no como un dios.

Tomar el lugar de Dios no es otra cosa que alejarse de los fenómenos cercanos y verlo todo como desde fuera, es decir, pretender ser objetivo siendo uno un sujeto. Como verán no hay nada reprobable en esa forma de pensar, es más, es la forma que nos ha dado mejores resultados, nuestra forma de pensar. Pero la tentación está en que una vez visto el mundo desde el punto de Dios pensamos que podemos actuar como Él. Y ahí entramos en terrenos resbaladizos...

Y esta es la tentación de los griegos: la ὕϐρις [hybris], que viene a ser el olvidarse de que ellos no son más que humanos, por muchas cosas que descubran y muchas batallas que ganen., y creerse dioses. Es comer del árbol de la ciencia del bien y del mal.

Saber ser un hombre, un mero hombre, a expensas de la naturaleza eso es lo propio de los seres humanos, arrojados al mundo, esto es la αρετή [areté]. El griego debe saber luchar y vivir en su mundo de humanos: morder, matar, morir y vivir como humanos. Nada de salirse de sí, nada de querer ser dioses. Por eso el término αρετή expresa a la vez un valor moral y la fuerza más inmoral, consiste aprender a ser un ser humano.

Si uno se pasa de ser ser humano por un exceso de αρετή puede terminar en la ὕϐρις. Y esta es la paradoja de lo humano sin Dios: que si queremos ser demasiado humanos tendremos que acrecentar nuestro poder, nuestro dominio, ser cada vez más como Chávez  y llegará un momento en el que o ocupamos el puesto de Dios o nos caemos del poder. 

Por eso eso de morir cuando uno quiera, cuando más convenga es propio de las camarillas de los dictadores que no aceptan, en último extremo, que el dictador se muere porque es un hombre corriente, como todos los hombres. Y por eso buscan a toda costa una prórroga. 

Y en esta misma línea está la eutanasia activa y sin consentimiento de los pacientes practicada por Montes en los hospitales de Madrid, que practicó más de 400 sedaciones que "aliviaban el sufrimiento" y mostró su "satisfacción por el deber hecho", llegando los jueces a no entrometerse en la denuncia presentada por la Administración correspondiente, con una figura jurídica, ya vigente en tiempos de Pilatos, que se llama "sobreseimiento".

Pues bien. Montes peca de esa ὕϐρις griega que surge con la ciencia: el no sólo querer ver al mundo desde el lugar de DIos, sino querer ser Dios.