viernes, 22 de junio de 2012

DONACION PARA EL TRABAJO DEL DIOS


Versión nueva y más elaborada del timo de la estampita digital, o timo del coronel

Con tono cristiano, internacional, me encanta la traducciñon de "vs" (versículo?) como "contra"

Para cobrar esos 3,5 millones hay que ingresar antes los gastos...



Estimado en Cristo,

Soy señora JUANA JOHNSON de Kuwait.I casada con Sr. PHILIP JOHNSON Él trabajó con la embajada de Kuwait aquí en Costa de Marfil para nueve años antes de que él murió en el año 2002. Nos casaron por once años sin un niño. Él murió después de una breve enfermedad que duró por solamente cuatro días. Antes de su muerte éramos ambos otra vez nacidos cristianos. Puesto que su muerte que decidía no volver a casarse o no conseguir a un niño fuera de mi hogar matrimonial contra el cual la biblia está.

Cuando mi último marido estaba vivo él depositó la suma de $ 3.5 Million (Tres Millones Quinientos Mil U.S.Dólares) en un banco aquí en Abidjan. Recientemente, mi doctor me dijo que tengo una seria enfermedad que es problema del cáncer, el que más me molesta es mi enfermedad de golpe, después de haber conocido mi condición yo decidí donar este fondo a una iglesia o individuo que utilizará este dinero la manera que soy va a encargar aquí, quiero una iglesia o un solo Dios, por temor a que utilice este fondo para los orfanatos, las viudas, y propagando la palabra de Dios y al esfuerzo que la casa de Dios se mantiene.

La biblia nos hizo para entender que “bendecida es la mano ese dar”. Tomé esta decisión porque no tengo ningún niño que herede este dinero y mi un montón de parientes no es cristianos y no deseo mis nuestros esfuerzos de ser utilizado por incrédulos. No deseo una situación donde este dinero será utilizado en una manera impío. Esta es la razón por la cual estoy tomando esta decisión. No estoy asustado de muerte por lo tanto que sé adónde voy. Sé que voy a estar en el pecho del señor. El éxodo 14 CONTRA 14 dice que “el señor luchará mi caso y yo llevará a cabo mi paz”.

No necesito ninguna comunicación del teléfono en este respeto debido a mi salud y la presencia de los parientes de mi marido alrededor de mí siempre. No quisiera que supieran sobre este desarrollo. Con el dios todas las cosas son posibles. Tan pronto como reciba tu contestación te daré el contacto del banco aquí en el Abidjan, y las entrarás en contacto con para hacia adelante transferir del fondo a tu destinación.

También te publicaré una letra de la autoridad que te pruebe el actual beneficiario de este fondo. Quisiera que tú y la iglesia rogaran siempre para mí porque el señor es mi shephard. Mi felicidad es que viví una vida de un cristiano digno. Quienquiera que desea servir al señor debe servirlo en espíritu y verdad.

Rogar por favor siempre todos con tu vida. Y cualquier retrasa en tu contestación me dará el sitio en buscar otra persona para este mismo propósito.

MI ESPAÑOL NO ES MUY BUENO Y PUEDES ESCRIBIRME EN INGLÉS.

Asegurarme por favor que actuarás por consiguiente como indiqué adjunto.

El esperar recibir tu contestación.

Seguir bendecido en el señor.

Gracias,
Juana Johnson

miércoles, 13 de junio de 2012

Sois todos muy majos

Es muy fácil hacer frases sobre una generación, un país o una raza, pero es una forma de falsear la realidad. Porque una cosa es que se detecten tendencias, modas, vigencias, en generaciones, razas, pueblos, y otra distinta es que se pueda etiquetar a una gran cantidad de población con un vicio o una virtud a partir de unos pocos ejemplares.

Pero inconscientemente manipulamos. Inconscientemente identificamos a toda una raza, o un país, o una generación con lo bueno o lo malo que percibimos en algunos de esos miembros. Ejemplos en el lenguaje diario hay mil: "los chinos son trabajadores", "las rumanas limpian muy bien", "los jóvenes están hartos de los políticos", "la derecha/izquierda es mentirosa".

Chinos hay 1.000.000.000, por lo menos, y aquí en España unos 100.000, puedes conocer a unos 100 y de lejos, vamos que nunca has hablado más que con uno o dos y sin embargo colocas un adjetivo que aplicas a mil millones de personas. No digamos con las rumanas o los jóvenes.

A esto se llama (o lo llamo yo) universalización ilegítima, que consiste en hacer pasar por ley una mera conjetura que no alcanza ni el rango de hipótesis de trabajo, porque ni siquiera quiere ser probada ni contrastada. Es una hipótesis precientífica, ancestral, de pueblo, intrahistórica. Se utiliza para llenar un vacío de conocimiento, o para mover al odio o al amor hacia un grupo determinado a un auditorio. Adquiere el carácter pseudocientífico del refrán, el dicho, el prejuicio asentado, etc. Y a todo el mundo le da igual cuando se trata de hacer la pelota a un gran número de personas:

- "Los jóvenes son muy inteligentes"
- "Las mujeres pueden hacer dos o tres cosas a la vez"
- "Esta es la generación más preparada de la historia"

Es evidente que los jóvenes, como los niños, maduros o los viejos, son unos muy inteligentes y otros muy estúpidos. Primando la mediocridad, a la que estadísticamente está condenado el ser humano desde que comió la manzana.


Ahora bien, hay una universalización  legítima que consiste en encontrar caracteres propios y universales del ser humano en cuanto tal (la inteligencia, por ejemplo) y de cada época, clase, raza, sexo, cultura. Son muy pocos, pero necesarios para identificar las épocas, razas, sexos, culturas desde el punto de vista de las ideas, es decir, más allá de lo morfológico.

lunes, 4 de junio de 2012

El Pasado



Hace poco tuvimos una reunión conmemorativa de los 25 años que habían pasado desde que abandonamos  el colegio . Ya hemos quedado para la siguiente, la de 2037. 

Hacía casi 28 años que no veía a alguna gente con la que había compartido horas y horas de las de antes. Lo peor es que después de tantas horas perdidas en compañía, la mayoría ni nos reconocíamos. Luego, tras el shock y con la ayuda de las redes, las neuronas han comenzado a funcionar y hemos ido recordando... a casi todos.

Es curioso que aunque hayan pasado 28 años desde la última vez que nos vimos sigue habiendo un aire de compañerismo inexplicable (y que precisamente por ser inexplicable lo tengo que explicar). La sensación de estar entre amigos delante de gente que ni siquiera reconoces es inusitada.

Y es que la vida que hemos vivido ha sido totalmente diferente: unos casados y otros solteros, con fracasos matrimoniales o sin ellos, unos se fueron al extranjero, otros a provincias, con muchos hijos, con muchos perros, calvos y con melenas, con mucho dinero, con mucha hipoteca... nos hicimos ingenieros, profesores, artistas, militares, sacerdotes, arquitectos, empresarios... Cada uno ha ido haciéndose como ha querido y podido, a su manera hasta llegar a confluir en un punto que sólo parece tener en común con los otros que está alejado temporalmente 25 años. Paradoja biográfica esta de la coincidencia voluntaria de 60 personas.

Y lo inexplicable de la camaradería de antaño renovada se explica porque ellos tienen mis recuerdos, y yo los suyos. Nos hacemos con los otros. Cada uno nos hicimos a partir de aquellos recuerdos, de aquellas horas muertas... Las horas pasaban más lentas y todo tenía un tono sepia. Las horas que creíamos perdidas resulta que nos formaban y nos direccionaban para ser lo que hemos llegado a ser, y todo lo que hemos llegado a no ser.


Pero también nos hicimos con los profesores... pero menos. Sé que estaría bien hablar de lo grandes que eran, de lo que me ayudaron... porque yo también ahora soy profesor. Pero no. Nos hicimos contra ellos. No sé si era cuestión de la época, del colegio, suya o nuestra. Pero no recuerdo nada entrañable, la verdad. Simplemente eran el "enemigo", con lo que en la menta infantil significa eso.

Una cosa que recuerdo es que siempre ganaban. Siempre sabían quién había sido y con quién. Incluso quién empezaba o tuvo la idea. El castigo: la bofetada, la biblioteca (¿Cómo se va a fomentar el hábito de la lectura si la biblioteca era la cárcel?), la expulsión de un día... castigo que aguantábamos estoicamente e introducíamos en nuestro mundo con toda naturalidad.


Eran años curiosos, estábamos en COU en 1987. Eramos la generación intermedia, ni puramente democrática ni franquista. Que no odiábamos del todo pero tampoco queríamos demasiado. A caballo entre los dos mundos. Una generación de extremos. Donde había que ser rojo o facha, sin que hubiese medias tintas; donde o se era macarra o pijo y donde era razón suficiente para pegarse a muerte que uno fuese de los otros.