martes, 13 de marzo de 2012

Periódicos


Estoy leyendo dos libros. Uno sobre la caída del imperio romano, de esos historiadores del XIX que sólo citan fuentes latinas. Y otro de la edad media española.

No puede ser que haya tantas coincidencias entre estas épocas y la nuestra y que sea por casualidad. Sobre el paralelismo entre la caída de Roma y nuestra degeneración hay muchísimo escrito. No tanto sobre el paralelismo entre la Edad Media y nuestra época.

En la Edad Media se da el mismo esquema de auge-degeneración en las dos zonas que combatían en la península: en la zona mahometana tras la cruel dictadura de Almanzor (y su hijo Al Malik) todo lo construido se perdió en taifas (comunidades autónomas); y en el lado español desde la muerte de Alfonso VIII y hasta la llegada de los Reyes Católicos ocurrió otro tanto.

La explicación que da un árabe del siglo XI no anda mal: los pueblos del desierto son fuertes, cohesionados y morales. En el desierto prima la "moral de frontera", donde cualquier descuido es pagado con la muerte propia o la de toda la tribu. La libertad sólo se entiende si no pone a la tribu en peligro. 

Sin embargo en las cuidades hay conciencia de que haga uno lo que haga nunca pasa nada, el ejército nos cuida. La moral se relaja, la moneda y el vino corren... Y corre también el desprecio por lo que hace posible la vida regalada: por lo militar (que guarda al ciudadano), lo agrario (que le da de comer) y lo sagrado (que le eleva). Se pierde el hombre en lujos, y no digamos la mujer.

La corrupción de las almas hace que caiga la ciudad y entre el campo, la gente del desierto, hasta que éstos se vuelven ciudadanos y vuelta a empezar.

Sólo me pregunto qué pasa ahora que ya no hay gente del desierto ni campo ¿de dónde vendrá la regeneración?

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