domingo, 8 de abril de 2018

Conspiranoicos


Los conspiraniocos crecen de manera desmesurada gracias a Internet, a la rebelión de las masas y a la conjura de los necios. La cibersociedad, al dar cabida a todos sin excepción no es espacio de racionalidad, es espacio de la opinión infundada, manipulada en muchos casos, y en casi todos no pasada por el filtro de la razón. Cualquier idiota puede ser youtuber y en cualquier foro un estudiante de bachillerato puede discutir con un catedrático sobre su materia. 

Sin duda estamos ante una crisis de credibilidad, que es aprovechada por profesionales del fake, de la mentira, de la mentira que vende y esto hace que cualquier teoría, por absurda que parezca, pueda ser vox pópuli o trending topic.

En la red la opinión es defendida como si fuese una verdad absoluta, la opinión, que por su propia naturaleza debería ser cambiante y depurada por la realidad y la razón, para dar nacimiento a una creencia, en Internet se convierte en una especie de cosa sagrada, por encima de cualquier otra idea o pensamiento. Siendo sagrada la opinión, todo vale para defenderla y ponerla en valor: la repetición de los mismos mensajes, la unanimidad pretendida, la presión contra el disidente, el insulto, el uso de falacias, la saturación del medio, etc, hacen de una opinión una verdad compartida. Y de esta forma la opinión se enquista, se convierte en una idea única, verdad-verdadera antes de toda experiencia, y lo que es peor, a pesar de toda experiencia. 

Pero esto es lo que pasa visiblemente, vamos al tipo humano, al personaje que está detrás de los ataques, el que repite hasta la saciedad una "verdad" y no admite réplica. Este tipo de persona, a mi juicio, padece un vértigo, es decir, una pasión desordenada y destructiva, en este caso puede terminar en un fanatismo exacerbado.

Surge el conspiranoico de una idea, la que sea, que se repite como un lema. "España nos roba", "la tierra es plana", "el cáncer es producto de experiencias infantiles negativas", "el agua de Valencia está contaminada", "el azúcar es un veneno", "Bildelber domina el mundo" etc., etc. Una idea aislada se comporta como un virus y va generando todo un estado mental de alerta que se retroalimenta en comunidades de Internet y de la realidad exterior y crea un cuadro completo obsesivo. Hay gente, créanme, que empieza por dejar de tomar azúcar (un veneno) y termina defensor de la libertad de las gallinas de granja. Hay quien parte de una conspiración masónica del siglo XIX y termina pensando que en su ordenador han instalado un software espía los Iluminatis.

El conspiranoico es un fanático. Un fanático es, etimológicamente,  quien se coloca fuera del templo. Ojo, no dentro del templo, el fanático está a las puertas de la religión, de la iglesia, de la política o de la ciencia y gritan a través de las redes sociales avisando a la gente de grandes peligros.

Pero hay algo de verdad en las conspiraciones. Espero no parecer conspiranoico si digo que hay un interés político y social porque crezcan los conspiranoicos, o dicho de una manera más racional: hay un grupo de personas que se aprovechan de los conspiranoicos para lanzar sus mensajes. Por ejemplo, corren imágenes de esqueletos de gigantes encontrados en algún lugar de áfrica, un burdo montaje, claro. No hay gigantes. Y es que el Corán habla de gigantes y algunos musulmanes necesitan pruebas de que es verdad. Lo mismo ocurre con la “teoría” de la Tierra plana, una tesis doctoral no aceptada que responde también a una historia coránica. También Rusia se ha sumado a la creación en serie de fakes o noticias falsas, a veces increíbles, pero esto no quita para que los conspiranoicos crezcan de manera desmesurada.

Sin ánimo de ser exhaustivo, podemos plantear ocho tipos de conspiranoicos, aunque en muchos casos se entrecruzan.

1. Conspiranoico religioso: si la religión busca la salvación de las almas y la unión con Dios, los conspiranoicos religiosos buscan conspiraciones satánicas, mensajes ocultos en la Biblia, profecías terribles, mensajes en clave de los santos, mensajes de la Virgen comentando la actualidad. Amantes del agua bendita viven obsesionados por el diablo, el pecado y la herejía. Su religión es hamártica y el género humano está condenado a priori y debe sanarse constantemente por medio de acciones humanas para acceder a una salvación segura. "Si repites tres veces x obtendrás y".

El conspiranoico religioso se olvida de la verdadera fe y cree que está cerca el juicio final, el milenio o la apostasía general. Incluso hay católicos que afirman que Francisco es el Anticristo y tras él vendrá de nuevo Pedro. Ven masones en el Vaticano, asesinatos oscuros, poderes ocultos de Satanás que hace que la gente se aleje de las buenas costumbres. 

2. Conspiranoico finmileniarista. Muy ligado al anterior. Buscan mensajes de iluminados, de apariciones, de la biblia o de profetas clásicos como Nostradamus o san Malaquías. No paran con anuncios de la catástrofe que ponen en boca de la virgen o de los santos. Se caracterizan por las "señales" que ven en el cielo en la naturaleza o en la sociedad humana. Guerras, hambrunas, pestes, persecuciones, martirios, escándalos, odios, discordias, falsos profetas o engaños. Fieles a las noticias, ven estas señales (¿cuándo el mundo ha estado en paz, sin martirios, ni falsos profetas?) y las comparten en las redes sociales. Algunos no son ni religiosos, afirman la llegada de extraterrestres, desastres naturales, meteoritos, etc. Tienen en común el miedo al final. Pero no llega nunca. El Apophis siempre pasa justo rozando. Cuando llegó el año 2000 muchos pensaban que tocaba ya, pero pasó y no pasó nada. Pero da igual, cualquier día de estos, cuando se alineen ciertos planetas...  

3. Conspiranoico político. Nada es lo que parece, grupos de oscuros seres grises manipulan toda la información en todo momento. Oligarquías internacionales lo controlan todo. Desde la ONU hasta Bildelberg controlan los gobiernos y las oposiciones. Todo el poder del mundo lo controlan ellos. Nuestros ordenadores y nuestras vidas están en sus manos, cualquier líder mundial es o un miembro oculto de la masonería y todas las leyes, las cosas que pasan se mueven desde despachos grises, fumando habanos y bebiendo bourbon. Hoy hacen una revolución en África y mañana una guerra en Asia, montan y desmontan grupos terroristas, etc.

 
Dentro de estos conspiranoicos hay unos muy graciosos que afirman que los atentados que hace el Islam en todo el mundo son atentados "de falsa bandera", es decir, que son los malos, grises del Club de Roma o de Bildelberg que hacen el atentado para culpar a los pacíficos seguidores de Mahoma. Sí, esos que ponen vídeos de las torres gemelas que afirman que fueron los judíos.

4. Conspiranoico macrobiótico. Nada de lo que comemos es sano, el cáncer, las enfermedades degenerativas y casi todas las enfermedades son producto de venenos que nos dan para controlar a la población y ganar dinero. El agua está envenenada. Nos fumigan desde el cielo creando infertilidad y cáncer. Los transgénicos, los conservantes y producción industrial crean veneno.

Pero no todo es malo. A pesar de que los grandes laboratorios quieren ocultarlo, la Curcumina, la Espelta, el Kalanchoe, la Equinácea o el Jenjibre se puede curar el cáncer, el alzheimer, los tumores cerebrales y cualquier cosa que el paciente decida. 

5. Conspiranoico informático. La CIA y agencias secretas controlan todos los ordenadores, todos los mensajes, todos los teléfonos. Imponen su ley y no dejan el software libre. Algunas empresas implantan michrochips a sus empleados, en el futuro los tendremos todos. Cualquier persona es escuchada a través del móvil y nos espían hasta en la ducha. 

6. Conspiranoico social. Hay una conspiración también en Bildelberg y los iluminati que diseña la sociedad desde arriba. Aborto, matrimonio gay, divorcio, etc. se reúnen y buscan a dónde va la sociedad. Nada tienen que ver los ciudadanos con sus votos, con sus libros, con sus ideas, es todo de arriba a abajo.

7. Conspiranoico interestelar. Reptilianos, rahelianos, teorías de la evolución o de una especie de matrix o show de Truman dominado por extraterrestres. Los grandes poderes ocultos realmente son reptiles disfrazados, Obama es reptiliano.

8. Conspiranoicos científicos. Teoría de la Tierra plana, homeópatas, curanderos del cáncer basándose en experiencias de la infancia y regresiones, la medicina alemana.  
La teoría de la conspiración se alimenta desde posiciones interesadas, pero caerían en saco roto sin conspiranoicos.

En definitiva, creo que la razón debe abrirse paso entre tanta conspiración y que sin duda el gran motor oculto de la historia es la estupidez, la dejadez de los buenos y la pérdida de valores. 

1 comentario:

  1. INTERESANTE, últimamente he visto más CONSPIRANOICOS y TERRAPLANISTAS que de costumbre, y ahh, me agradó leer tú texto y algo de coherencia en INTERNET.

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