domingo, 19 de abril de 2015

Vótame

Los habituales de Internet sufrimos silenciosamente un atropello más o menos constante de amigos y conocidos para que apoyemos a alguien o a algo con nuestro voto. Es una técnica de marketing online ya muy usada, tanto que llega a ser molesta. Consiste en movilizar a mucha gente para que vea algo apoyándose en la amistad que se pueda tener. Se organiza un concurso en el que el primer premio se lo dan a quien consiga más votos positivos. ¡¡¡Porfa, profa, que es solo un momento y depende de ello la felicidad de mi hijo!!! 

Es todo un engaño: los organizadores y los participantes saben que consigue más votos quien sea capaz de lograr más idiotas que voten a ciegas, es decir, que engañen a la gente y que hagan creer que esa es su voluntad. Los que lo organizan consiguen tráfico, es decir, gente que va y viene a su página web, que eso es dinero.

Constantemente madres y padres desesperados quieren hacerme que vote por los dibujos / vídeos / fotos de sus hijos. Incluso me dicen que no es necesario que lo vea y que valore, que solo me va a llevar un minuto y que debo darle al click de su hijo y así podrá ganar. Incluso llega en los mismos mensajes las formas de fraude: "puedes votar dos veces si le das a actualizar, si reinicias, etc...." Y lo peor es que los mensajes llegan de parte de gente muy normal, sin apariencias de timadores profesionales.

Yo sé que toda elección por medio de votos es fraudulenta. Toda elección parte de la base de que la gente no sabe lo que vota. Nadie ha leído los programas, nadie ha visto los tratados ni puede valorar las consecuencias de una u otra política, toda votación es un fraude porque se vota por algo sentimental y se pide algo racional. 

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