miércoles, 30 de noviembre de 2011

Dos consejos gratis



Hay quien acepta un puesto de trabajo y luego pregunta para qué se le contrata, como si del "para qué" no tuviese que depender el aceptar o no aceptar. Comos si sólo importase el cuánto.

Lo propio es saber dónde estamos, qué queremos y con qué medios contamos antes de tomar una decisión. Sólo si nos vemos capacitados, si es moral el propósito, si tenemos los medios adecuados, entonces aceptamos una responsabilidad, porque sólo entonces se puede responder adecuadamente.

Si decimos que sí apresuradamente dejamos claro que es el dinero el que nos mueve y que nos creemos capaces para hacer cualquier cosa, cosa que, en el mejor de los casos, es mentira.

Dos consejos gratis, antentos:

Nunca confies en quien acepta un puesto de trabajo por dinero
Nunca des un cargo a quien se crea mejor que los demás.

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