Por JAVIER BORREGO GUTIÉRREZ
Doctor en Filosofía. Coordinador del III Programa de Liderazgo Instituto CEU de Humanidades Ángel Ayala
Hay una mala manera de entender la Universidad (muy común en nuevas generaciones) que tiende a relacionar directamente lo que enseña la Universidad con lo que el mercado necesita. Así se ve como superflua o como una intromisión extraña cualquier enseñanza que no tenga una aplicación inmediata. La Universidad no está al servicio del mercado pero ofrece también enseñanzas que sirven para ejercer una profesión. La Universidad da algo más, algo que tiene que ver con la persona más que con la profesión, con el alumno más que con el mercado.
En la Universidad CEU San Pablo, tenemos como objetivo primordial formar íntegramente a las mujeres y a los hombres de nuestro tiempo, por ello proporcionamos a los alumnos las herramientas con las que luchar en el futuro de la manera adecuada.
El objetivo último no es que el alumno triunfe en la vida profesional, sino que triunfe en la vida. No se trata sólo de instruir o de formar profesionales sino sobre todo de formar personas íntegras y responsables. El alumno recibe una educación ética y moral que excede lo común, puesto que sus responsabilidades futuras también serán superiores a lo común. Por ello nos empeñamos en ofrecer actividades que abran el espíritu a nuestros alumnos, que les hagan reflexionar.
En esta tarea, en la de formar personas responsables, colabora el Instituto CEU de Humanidades Ángel Ayala con las Universidades CEU, impartiendo asignaturas de libre elección y optativas, ofreciendo al alumno esa formación humanística complementaria que es tan necesaria cuando falla el sistema educativo por la base.
En la misma línea, el Instituto desarrolla por tercer año consecutivo el Programa de Liderazgo 2008.Un programa que tiene como objetivo fundamental conseguir una formación general de los alumnos y desarrollar en ellos capacidades que les permitan ejercer un liderazgo responsable en los equipos humanos de los que formen parte.
El liderazgo que queremos para nuestros alumnos es el de ser guías, personas íntegras en las que los demás puedan apoyarse en caso de confusión o de crisis, personas capaces de guiarse a sí mismos y de guiar a los demás, como indica su sentido etimológico, pues la palabra “líder” viene del verbo inglés to lead que viene a significar “guiar”, “llevar”, “mover a un grupo de personas hacia alguna parte”. En castellano tenemos un verbo bien parecido fonéticamente: lidiar, que seguro que ha influido en la transformación del guiar en luchar y vencer, convirtiendo al líder en vencedor y al vencedor en jefe, cuando no tiene por qué serlo. Es en el lenguaje de las competiciones (deportivas, comerciales o políticas) donde suele ser común el error de confundir to lead con lidiar y vencer, ya que aquí indiscutiblemente el líder sólo es quien va primero.
Nuestra idea del liderazgo consiste, en definitiva, en la autoridad responsable del que guía y da servicio o seguridad a un grupo humano; es el liderazgo del que sabe transmitir confianza a quienes están a su cargo y –por supuesto– esta confianza sólo puede fundarse en una conducta ética sólida. El líder, por tener que guiar a sus compañeros, es una persona con sólidas convicciones éticas, de lo contrario no puede imanar a los demás y hacerles ilusionarse en grandes proyectos.
Pero de momento, los alumnos en formación reciben, a través del contacto con auténticos líderes que han sabido llevar sus empresas a buen puerto y que pueden ofrecer la experiencia de una vida dedicada a los demás, unas nociones básicas de las habilidades necesarias para ejercer este liderazgo del que hablamos. De la mano de estos profesionales afrontarán situaciones prácticas que les ayuden a desarrollar la inteligencia emocional y que les preparen para negociar, trabajar en equipo y otras habilidades, así como enseñanzas más prácticas orientadoras quizá de sus inicios en el mundo laboral, tales como la gestión de contratos o la selección personal.
Estructurado en módulos de cuatro horas, y en grupos reducidos, el Programa de Liderazgo contó en la pasada edición con la participación de más de 3.000 alumnos de cuarto y quinto curso de la USP CEU. Entre todos, otorgaron al programa una nota media conjunta al programa y a los profesores de 8,37 puntos sobre diez.
Artículo Publicado en El Economista, el 26/03/2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario