AFP
París.- "Por desgracia, la espiral de suicidios no se ha interrumpido". Los sindicatos de France Télécom han denunciado un nuevo suicidio de un trabajador, el décimo en 2010, justo en la semana que un informe interno revela que aún persiste la presión sobre la plantilla.
Casado y con tres hijos, el suicida, de 44 años, se quitó la vida en su casa en Lille. Para la dirección, este es el noveno suicidio de 2010, todos fuera de la empresa, aunque los sindicatos incluyen la muerte de otro empleado en su año sabático.
Con una plantilla de 102.000 empleados, la operadora gala confirmó 35 suicidios entre 2008 y 2009, cuando la tasa de mortalidad francesa es de 26,4 por cada 100.000 hombres al año.
"Sabemos de la responsabilidad del trabajo" en este último suicidio, denunció el responsable sindical de Sud-PTT. Sin embargo, la dirección asegura que se desconoce "cualquier pista sobre las causas" de la muerte.
Un informe publicado esta semana recoge que las dificultades y el estrés persisten en la compañía, por lo que se reclama un defensor del trabajador y una reforma de la gestión de Recursos Humanos.
La polémica se cierne sobre la adaptación del antiguo monopolio público de France Telecom a una competitiva compañía privada, pues un 65% de su plantilla está compuesta por funcionarios.
Algunos trabajadores han denunciado un estricto control de personal, una presión insoportable para aumentar la productividad y la deshumanización de las relaciones en el trabajo.
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