martes, 26 de mayo de 2015

La III República. La II Guerra Civil


Los problemas que tenía España en el año 36 eran los mismos que ahora, esto no significa que no hayamos avanzado, lo hemos hecho y mucho, pero quizá indique caracteres perennes del español, pues es significativo que duren 80 años. 

Si no lo cree puede leer directamente el artículo de José Antonio Primo de Rivera ante las últimas elecciones de la República, y sin necesidad de ir a un intérprete reconocerá los mismos caracteres del clima actual: 
  • Miedo de la derecha a los movimientos revolucionarios
  • Alianzas de toda la izquierda para aislar a la derecha
  • Separatismo institucional en Cataluña y País Vasco
  • Corrupción política y empresarial
  • Limitación de las libertades
  • Falta general de concordia... 
Hemos avanzado. Llevamos casi 80 años de paz, los primeros 80 años de paz de la historia. Y no vamos a entrar en ninguna guerra ni por Podemos ni por nada. No vamos a entrar en ninguna guerra entre españoles, pero sí es posible iniciar un periodo de retroceso que deje a España en la pobreza, como ha ocurrido sistemáticamente en los países que han tenido la desgracia de caer en el comunismo. Piense en pobres y verá búlgaros, rumanos, cubanos, dominicanos, venezolanos, etc., es decir, pobres ciudadanos a los que el comunismo hundió sus países.


Hoy es 16 de abril de 1931. Podemos volver a repetir la historia del fracaso o podemos rehacerla. De nosotros  depende que estos problemas sean reconducidos o se hagan con el poder para terminar con todo. Tenemos a un partido que ha ganado sin programa y sin proyecto, sin gente, pero que aspira a coparlo todo. Como los primeros partidos comunistas o los partidos fascistas.

Efectivamente ni la gente que votó a la coalición de partidos republicanos en las municipales eran republicanos, ni los que han votado ayer a Podemos y a los separatistas del CUP o de Amaiur lo son en su gran mayoría. Yo diría que ni un 10% de sus votantes lo son, y eso lo sabe muy bien Pablo Iglesias y su grupo, su estrategia consiste en contarles a la gente lo que quiere oír para después comunistear libremente. Es una estrategia de engaño a gran escala, perfectamente orquestada, perfectamente puesta en marcha en el momento en el que ha sido posible. Una estrategia que claramente va contra el sistema.

La gente no quiere revoluciones, ni exclusiones, ni imposiciones. La gente quiere vivir, y quiere que le dejen en paz, quiere cambios pero progresivos, que se robe, peor poco. Por eso los rupturistas, los vulcanianos, son siempre minoría y solo llegarán a la mayoría cuando consigan hacer creer que "España", "el Rey", "los Ricos" o "la Casta", son los culpables de todos sus males.


Entonces aparecen como los salvadores y por lo tanto como un mal menor. Y colocan a la sociedad en una grave tesitura: lo viejo que no funciona o lo nuevo, que supone un gasto. La lógica lleva a lo nuevo, a la renovación, y caemos entonces en la trampa, porque no se da tal renovación, sino el final de la libertad.

Están dispuestos a acabar con las libertades en aras de otros valores que consideran superiores, tales como la defensa de la clase trabajadora o la fundación de un Estado distinto al español. Y esto no es el miedo: así han funcionado siempre. No hay un Estado nacional nuevo, creado tras años de nacionalismo que admita en su constitución el "derecho a decidir". No hay un régimen socialista que permita la libertad de prensa, las elecciones libres o el derecho a manifestación. Digan lo que digan quieren hacer un dictadura muy parecida a la de Franco.


Pero aún estamos en 1931, podemos aún optar por la disgregación o la concordia. La disgregación es seguir el camino que siguió España: reformas y no hacer nada, esperar que por si solos salgamos del problema y que la gente se olvide de las minorías liberticidas... En la actualidad sería que el voto del miedo a la izquierda se movilizara de tal manera que diese otra mayoría absoluta a Rajoy. Entonces sí, en 4 años podemos tener un clima de guerra,


Recordemos que la guerra no solo apareció por el comunismo, sino también por el separatismo, en ambos casos quieren llegar al poder para alterar las reglas de juego, las reglas y la democracia (incluso los votantes) son medios para el único fin pensable: el poder absoluto en el caso de Podemos y la independencia en el caso de los separatistas. 



Les digo la hoja de ruta: dos años de medidas descabelladas por parte de Podemos y los nacionalistas. Elecciones generales: triunfo del PP: dos años de reformas chapuceras, de concesiones a los partidos "emergentes". Otros dos años de sálvese quien pueda y después... los generales.

4 comentarios:

  1. P.D.: Por no hablar de la crisis general en todo Occidente, de la que se está aprovechando el Nuevo Orden Mundial y el Islam... Y para mí, lo más peligroso.

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  2. Discrepo en varias cosas, que son muy importantes.

    a) El ejército de ahora está profundamente disminuido en efectivos con respecto al de antes, y se ha convertido en una ONG.
    b) La influencia de la Iglesia Católica actualmente es escasísima, cosa que antes era impensable.
    c) La monarquía es liberal, relativista y atea.
    d) La sociedad civil no se casa con nada ni con nadie, salvo con el tramposo "Estrado del Bienestar", que antes no existía. La conciencia de patria española y de moral religiosa pasó a la historia en aquellos que pueden hacer algo.
    e) Ya no existe nada comparable a las Generaciones del 98, del 14, del 27 ni del 36.

    ¿Te suena la frase de "no tengáis miedo a los que amtan el cuerpo, sino el alma"? Eso es lo que está apsandod esde la Transición... Están matando el alma, no el cuerpo.

    Por todo esto mi diagnóstico es que ahora estamos muchísimo peor que en el 31, haya un cambio de régimen político a largo plazo o no lo haya.

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    1. No, si ya digo que todo ha cambiado... excepto estas cosas que digo: el miedo a Podemos, la ñoñería de la derecha, (que tiene mucho miedo a hacer algo por si se lo censuran), la corrupción...
      No vamos a una guerra, pero sí podemos caer en una trampa y terminar fuera de Europa y aliados a Grecia, Rusia y Marruecos.

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    2. OK

      Aunque Rusia es, para casi todo, el nuevo centinela de Occidente... Y Grecia, intuyo, cuando Syriza termine de descontentar a la gente, se hartará de los perroflautas.

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