viernes, 1 de febrero de 2013

El jefe tóxico


Mucho se ha escrito sobre los dos estilos de liderazgo: un liderazgo de 'ordeno y mando', antiguo, en desuso y un liderazgo basado en el encuentro y en el estilo más democrático de la sociedad.

Está claro que los dos modelos funcionan, de lo contrario uno de los dos dejaría de existir, y sin embargo persisten y -a mi juicio- convivirán eternamente. No es una cuestión progresiva porque, digan lo que digan los progres la humanidad no progresa en ideas, crece, entra en crisis, decrece y -cuando vuelven a darse las circunstancias- vuelven a florecer las ideas del pasado.

Está claro que de los dos estilos es el modelo democrático, conciliador, personalista el que tiene más seguidores teóricos y el que llena de presentaciones de Power Point los centros de negocios y las universidades. Pero, sin embargo, es el modelo del ordeno y mando el que más se lleva, el que más se estila.

Los dos modelos lo son de liderazgo, pero hoy no voy a hablar ni de uno ni de otro, sino de la corrupción del ordeno y mando: del 'jefe tóxico', el que se basa en el miedo:

1. Lo primero que hay que decir es que este modelo tiene origen teológico, es más: es la degeneración del orden natural instaurado por Dios, pero coloca en el lugar de Dios a un mediocre que lo intenta imitar.

No sólo cree que es mejor que los demás, sino que el jefe tóxico cree que es de una naturaleza distinta, y -por lo tanto- lo "natural" es que se respete el orden y se coloque a él todo lo arriba que necesite estar. Una vez arriba no ve a los demás, los demás son necesarios sólo para darle lo que necesita.

Maquiavelo tenía clara la idea de que el Príncipe era de una naturaleza distinta al pueblo, y que los hombres se podía decir que son "ingratos, volubles, simuladores, cobardes ante el peligro y ávidos de lucro"(Cap. XVII).

El jefe no tiene nada que ver con ellos, con los trabajadores, él es de otra casta y su trabajo consiste en hacérselo saber a todo el mundo.

2. Los primeros meses de mandato en a una nueva organización el jefe tóxico tiene un empeño, casi obsesivo, para que todos cumplan las leyes. Para eso no duda en ponerse a hacer normas que no son necesarias, simplemente para demostrar que existe, que él está allí, y que es apoyado por las "instancias superiores".

3. Las personas normales, ante la llegada de una persona con esas formas normalmente se callan, y aguantan en espera de mejores tiempos. Porque el jefe tóxico genera dos o tres cadáveres a su alrededor. Los que sobreviven piensan que el jefe tóxico durará poco y esperan que no les toque a ellos. Por eso se mantiene, porque la mayoría espera no ser la víctima inmolatoria que escarmiente a todos.

4. La mente enfermiza del jefe quiere entonces mandar sobre los que mandan, ser el que pone las normas y entonces prueba una maniobra un tanto curiosa: quiere hacer que las normas que le legitiman sean renovadas, para darle más poder, para dejar claro quinén manda.

5. Pero en seguida caen. La mayoría en el intento de rehacer la norma; los demás caen porque estos sistemas centroombliguistas son del todo nefastos para las organizaciones, para las haciendas y para las empresas y rápidamente empiezan a cantar los números, porque la productividad cae empicada cuando todas las energías se centran en no caer bajo la arbitrareidad del jefe.

6. Y además el  jefe tóxico no se entera, ha generado una corte de leales que le separan de la realidad. Cualquier asunto lo despachan sus leales, de manera que él nunca está para nadie. Así se forma una coraza. Curiosamente el jefe prefiere figurar como un "equipo", un "gabinete" y no como una sola persona. Porque de esa manera la responsabilidad del error está en la corte, y la de los aciertos en él.

7. Y tarde o temprano llega a tocar la hacienda de los demás, la tentación de la corrupción o el simple empobrecimiento de la organización hace que el jefe tóxico sea imposible de soportar y termina desapareciendo. 

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Pero ¿Por qué las organizaciones aguantan o admiten a un jefe tóxico? 


El jefe tóxico es necesario en tiempos de falta de liderazgo, de aburguesamiento, cuando la institución o la sociedad está saturada y llena de corrupción y mal hacer. Cuando nadie cumple la norma por norma. Es un mal necesario, un mal que debe durar lo justo para dar paso a un líder de verdad, porque si se mantiene en el poder pasado un tiempo termina hundiendo la institución.

9 comentarios:

  1. Que estrategias se han de poner en practica para evidenciar la actuación de un jefe toxico a los superiores??

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  2. Pocas estrategias. Primero ponerse a salvo. No evidenciarse. Después tomar nota de los hechos, de las decisiones, hacer un archivo de actuaciones.

    El jefe tóxico está donde está porque sabe muy bien lograr la voluntad de quienes le nombran.

    Por lo tanto poco se puede hacer más que esperar... como digo en el último punto, tarde o temprano pasa la frontera que no debe pasar y se tambalea. Puede caer solo o ayudarle a caer mostrando lo que ha hecho en el pasado, con perspectiva.

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  3. "El rey de los vándalos manifestó su pasmo de que los romanos mismos le fuesen quitando de en medio sus contrarios más formidables"
    Caen solos

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  4. Estoy totalmente de acuerdo. Sólo dos puntualizaciones. El jefe tóxico no cae así como así. Mucho me temo que permanece hasta que todo a su alrededor es tierra quemada (o tierra de los "palmeros" que le aplauden todas sus innovadoras ideas).

    Y otra cosa, luego está la variacion del "jefe tóxico colega" es decir, aquel que se disfraza de amiguete, siempre y cuando se practique el "siwuanismo" y todos a su alrededor acepten como verdades universales sus ideas y le rían las gracias.

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  5. Creo que esa taxonomía de "jefe tóxico colega" te la voy a copiar, porque merece una pensada.
    Es cierto que algunos tienen un carácter afable, hasta guasón, y esconden en el fondo ese egocentrismo que tanto daño hace. Gracias.

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    1. Puedes usar la taxomonía y, si quieres, puedo enviarte "una muestra real". YO creo que son los más peligrosos.

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    2. ¡Gracias por la cesión de derechos! Pero la muestra no es necesaria, tengo un espécimen cercano. Un saludo

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  6. Muy bien analizado por tu parte y tienes razón creo que todos tenemos uno muy cerca, si no tienes inconveniente, nos gustaría incluir tu análisis en una revista para policías que editamos sin ánimo de lucro. Silo consideras te envío un E-mail y te informo con mas detalle.
    Gracias

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    1. Claro, claro, todo lo que sirva para inmunizarse es bueno: javier0607@gmail.com

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