martes, 4 de enero de 2011

Álvarex Cascos


No se entienda como moralina sino como constatación de un hecho moral.

Hace tiempo discutíamos si Clinton o Cascos, por ejemplo, al engañar a sus respectivas debían abandonar sus cargos públicos, pues el que no es de fiar en lo mucho (su familia) no lo puede ser en lo poco (la política).

Había quien decía que una cosa no quita la otra, que se puede ser un auténtico desgraciado en un ambiente y en otro un santón.

Y constato el hecho: el ex-marido, ex-ministro, ex-militante del pp, Ex-mo. Sr. Álvarez Cascos me da la razón.

Veremos qué hace Gallardón.

Es cuestión de tiempo.

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