jueves, 23 de mayo de 2019

La familia y las elecciones



Parece que las familias de España estamos de enhorabuena, casi todos los partidos con posibilidad de escaños en Europa y concejales en los Ayuntamientos y Comunidades Autónomas llevan en sus programas electorales una “Ley de familia”.

Puede ser que de golpe todos han tomado conciencia de que si aprietas mucho a las familias acabas con la natalidad y esto acaba directamente con el futuro del país. Es posible que también haya influido la aparición de Vox en el panorama político con un discurso diferente sobre la familia, y que esto haya hecho reaccionar a los demás. No importa demasiado la causa, lo importante es que por fin se han dado cuenta algunos de que es necesario tomarse en serio a la familia y tratarla como un bien a proteger, ya que la familia sigue siendo la institución más valorada por los españoles y la más vilipendiada –hasta ahora- por los políticos.

En realidad de la familia no habría que protegerla, basta con que deje de ser atacada y se protege sola, porque es un ente natural, prepolítico que no necesita protección estatal para fructificar, en todo caso, ya que estamos en un tiempo en el que tendemos a legislarlo todo, la familia debe tener también su ley y aquí solo propongo algunos aspectos que –a mi juicio- deben ser tenidos en cuenta para que la ley sea exitosa:

1.      Que la familia es un ente prepolítico y que los políticos, las leyes, solo deben ayudar a mantener, no a redefinirla o a utilizarla para otras luchas. En este sentido debe volver a ser reconocida la familia natural (hombre y mujer con hijos) como familia, y llamar o proteger si se quiere a otras formas de convivencia como lo que son, es decir, formas de convivencia y no familia. En sus programas PP (“La familia es el eje de la sociedad, que cumple una función irremplazable de cohesión social y solidaridad intergeneracional”) y Vox (“proteger a la familia como institución básica”) tienen claro el concepto. No así Podemos, que propone en su programa “reconocer en el Código Civil a los animales como seres que sienten”, ni el PSOE dice en sus 110 compromisos con la España que quieres: “Aprobaremos una nueva Ley de familias, que contemple todo tipo de familias”; y tampoco Ciudadanos: “Propondremos una Ley de Apoyo a las Familias que promueva la natalidad y garantice la igualdad de derechos de todas las opciones de familia”.
2.      En esta línea de uso del lenguaje analógico, tanto el PSOE como Ciudadanos como Podemos llevan en sus programas llamar familias numerosas a las monoparetales (y “monomarentales”) con un hijo, incluso Ciudadanos propone dar la categoría de Familia numerosa a la de dos hijos. Podemos pensar que es una cuestión terminológica, pero si las ayudas a las familias numerosas se reparten en los que no son numerosos, puesto que dos hijos no es, digamos, un gran número, lo que estamos haciendo es dificultar las ayudas a las verdaderas familias numerosas y no incentivar su creación.
3.      Algo que no lleva nadie en sus programas, pero que debería tenerse en cuenta es la creación de vivienda asequible para las familias, en especial para las familias numerosas, obligando a construir casas de más de tres dormitorios en un porcentaje suficiente en las viviendas de precio tasado y dando prioridad a las familias, a las familias numerosas y familias con discapacitados a su cargo en la adquisición de estas viviendas.
4.      La familia es un bien en sí que ahorra al Estado millones de euros en atención a la dependencia, ayuda cuando se acaban todas las ayudas del Estado en tiempos de crisis, ahorra en psicología, socializa y es más ecológica. Por ello las familias, y en especial las familias numerosas o con discapacitados, deben pagar muy pocos impuestos, llegando incluso en algunos casos a la exención total. Hay que tener en cuenta que lo que hacen las familias es crear contribuyentes, la exención de hoy es la recaudación del futuro y el mantenimiento del sistema de pensiones. El Estado, si quiere preservar a la familia, tiene que reconocer el inmenso esfuerzo económico que hacen los padres de familia para sobrevivir. Esta exención de impuestos tampoco aparece en ninguno de los programas electorales de los partidos, y si queremos un repunte en la natalidad debemos hacerla posible.
5.      El otro campo que es también importante para el desarrollo de la familia es el tema de la educación. Hay que devolver a las familias las decisiones sobre sus hijos, los padres son responsables de la educación de sus hijos, de su salud, su desarrollo y su la seguridad. El Estado no debe meterse en las cuestiones que afectan al desarrollo de los niños. Las políticas intervencionistas que, bajo el pretexto de proteger a la infancia, asaltan la patria potestad y van contra el artículo 27 de nuestra Constitución. En los programas de los partidos tenemos dos, el PP y Vox, que defienden la libertad de enseñanza. Ciudadanos no se pronuncia y el PSOE y Podemos se decantan por primar la educación estatal y recortar la libertad de enseñanza, prohibiendo la clase de religión o condicionando los conciertos estatales a cuestiones ideológicas.
6.      Las familias viven en una sociedad tecnológica donde la información entra en los hogares a través de la televisión, el cine, Internet, etc. el Estado debe preservar a la infancia de imágenes, palabras, situaciones que pueda dañar la integridad moral de los niños y atentar contra las convicciones morales de los padres, por ello debe volver el control de lo emitido en horario infantil, y todo contenido audiovisual o publicitario debería tener una calificación moral que preserve a los niños de imágenes con contenido violento, sexual, cruel, sexista, etc. La televisión pública debe ser especialmente cuidadosa con este asunto. Creando comités de ética ejecutivos desligados de los partidos. Ningún partido plantea esto en sus programas.
7.      Por último, en ambientes laborales se debe respetar también la existencia de la familia, persiguiendo como delito grave el mobbing maternal, es decir el acoso moral a las mujeres embarazadas o con niños en el trabajo y debe controlarse los horarios para favorecer la conciliación entre la vida laboral y la familia. En esto sí que los partidos, todos, prometen en menor o mayor medida, la creación de estos mecanismos de defensa y la gratuidad de la educación preescolar.
  
Fuera de las medidas concretas el Partido Popular y Vox llevan en su programa el concepto, acertadísimo: la “perspectiva de familia”. Esto, sin duda es lo que hace falta, no solo una ley y algunas medidas extraordinarias, no solo una actuación concreta, sino un programa general que abarque transversalmente todas las leyes y todas las actuaciones públicas.

En definitiva, es bueno que se hable de familia, que se inicie el debate y que los políticos empiecen a vislumbrar que el bien de la familia es el bien de la nación, y mejor sería si pasando las elecciones algo de lo de sus programas es llevado a la práctica. En fin. Votemos y esperemos.



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