jueves, 27 de septiembre de 2018

El Estado Cloaca



Hay dos relatos sobre la última historia de España, el oficial, que dice que Suárez fue un héroe de la transición y que luego le sucedieron democráticamente los demás, con algunos asuntillos sucios que ya se están dirimiendo en los tribunales y el otro relato, que cuento aquí y es un poco paranoico, pero van encajando demasiadas piezas.

El gran juego siempre deja cabos sueltos, alguno que se pasa de listo, otro que se queda sin escaño y arremete contra quienes le pusieron, algunos que se hinchan demasiado, y cuando esto pasa se inician luchas de poder que casi siempre terminan en 'filtraciones' y nos dejan ver alguna luz sobre lo que se llama periodísticamente “las cloacas del Estado”. A  mí me parece más que este Estado no tiene cloacas, que él es todo una cloaca enorme.

Para ver cómo funciona esto a mí particularmente me encantan las grabaciones de conversaciones privadas y transcripciones de las mismas. Disfruté con las conversaciones telefónicas de Púnica y Gürtel, cuando «el Bigotes» o Correa le contaba los regalos que traía a una mujer de imputado, y lo vuelvo a hacer con la cena de Viilarejo, Garzón y la ministra Delgado. Creo que en las grabaciones se ve cómo son las personas de verdad y cómo nos engañan de manera sistémica.

A grandes rasgos creo que la transición ha sido una gran trama de corrupción en la que periodistas, jueces, fiscales, diputados, senadores y empresarios se han repartido el poder con ayuda extranjera. 

¿Y la ideología? la ideología se murió en los campos de batalla de la guerra civil. Socialistas, populares, comunistas y nacionalistas han tenido una ideología única, si todavía cree que la derecha defiende unos valores diferentes a la izquierda... en fin. Solo hay una ideología: capitalismo siempre y cuando no se meta el empresario en el juego del poder, Ideología de género, cultura de la muerte, estructuralismo y funcionalismo en educación, laicismo y decritianización de la vida pública, etc., etc. No hay ninguna ley ideológica que el PP haya cambiado a su llegada alterna al poder, pero esto es otro tema. Volvamos.

Para mostrar esta idea de una trama corrupta amañada entre los poderes voy a mostrar varias escenas que creo que arrojan cierta luz de forma independiente y mucha reunidas.

Advierto que la percepción que tiene ud. de los casos que relato es precisamente la que los políticos y periodistas a sueldo han creado y por lo tanto les sonará extraño, pero lean hasta el final y si quieren ver vídeos mejor. Nombres como Jesús Gil, José María Ruiz Mateos o Mario Conde le suenan a estafadores -pero no lo eran- y otros nombres como Manuel Fraga, Felipe González o José María Aznar le suenan a respetables, patriotas o estadistas. 

Primera escena: 20 de diciembre de 1973

El asesinato de Carrero Blanco. Parece que el comando de ETA tuvo una ayuda inestimable de la embajada americana. Parece ser que a algunos 'demócratas' del régimen, al futuro rey y a los Estados Unidos le venía bien quitarse de en medio al Presidente del Gobierno, que mantendría el régimen como estaba tras la muerte de Franco. Interesaba interna y externamente una transición democrática y ETA ayudó en lo que pudo. Tras su muerte quedó claro que la transición democrática era un hecho y que la incorporación de España a la órbita americana era cada vez más real.

Segunda escena: el 23 de febrero de 1981

Seis años después Suárez había hecho el trabajo de la transición y ya sobraba. Pilar Urbano tiene una idea distinta a la oficial. Dice que Suárez no quería entrar en la OTAN y eso no podía ser. Resulta que el 23 de febrero y todo lo que nos contaron sobre el papel de algunos militares, el papel del rey, la participación de Armada y esas cosas no fueron realmente como dicen que fueron. 

La verdad que cuesta creer que don Juan Carlos no estuviese detrás. Los tres grandes beneficiarios del fallido 'golpe' fueron: el Rey, que por fin tuvo su papel en la trajicomedia, Felipe González, que entró en escena y Estados Unidos, que lograron meter a España en la OTAN y plantar aquí sus bases para controlar el Mediterráneo. Parece que el golpe se arregla desde dentro del parlamento y el resultado final es una clase política que controla la prensa, las grandes empresas, el poder judicial, el poder ejecutivo y legislativo y que además tiene todos las bendiciones de los países aliados. 

Después del 23 F la democracia se consolida y nacen las tramas como el GAL, los fondos reservados, el PSV y la corrupción generalizada en todo el gobierno socialista. De vez en cuando se ilumina la cloaca.

Tercera Escena: 23 de febrero de 1983

En pleno mangoneo del PSOE, cuando están formadas las nuevas estructuras de corrupción, llega la primera amenaza de la mano de un empresario de éxito que ha creado un holding en muy poco tiempo: José María Ruiz Mateos. Un espontáneo (y del Opus) pretende adquirir más poder del que se espera de alguien que no está dentro del aparato corrupto. Irónicamente eligen otro 23 de febrero para destruirle. Se le despoja de su dinero, se expropian sus empresas, se le persigue, se le mete en la cárcel y no paran hasta que cae: un baile perfecto de poderes todos contra un hombre que se defendió hábilmente hasta su muerte.

Los tribunales le dieron la razón, sus empresas fueron desmanteladas y los mismos ministros se aprovecharon de la venta de sus empresas. Todos tuvieron su parte.

Cuarta escena: 28 de diciembre de 1993

A la vez que caía Ruiz Mateos, otro empresario empieza a destacar: Mario Conde. Conde compra un banco, uno de los importantes, con su dinero, y a la vez intenta entrar en el oscuro mundo de la prensa y se arrima peligrosamente a la corona. Saltan todas las alarmas entre los políticos, que lo ven como una amenaza Aznar y González se lo meriendan sin piedad. De nuevo el Banco de España, los jueces, los fiscales, el Gobierno, la prensa. Todo un entramado que termina con un hombre inocente en la cárcel.

Quinta escena: 24 de abril de 2002

El 22 de diciembre de 1999 un juez (Manuel García Castellón, el mismo que instruyó el caso Banesto) cesó a Jesús Gil de la Presidencia del Atlético de Madrid, poco tiempo más tarde Gil fue rehabilitado y el juez fue premiado. Le ganó el pulso al Estado en muchas ocasiones, hasta que decidió él mismo retirarse y abandonar la política en 2002. Antes, evidentemente, le quitaron el dinero (las acciones del Atlético de Madrid y le pedían 95 millones por responsabilidad civil en Marbella, curiosa fecha, otro 23 de febrero, de 2004. Poco después fue absuelto de todos los delitos falsamente imputados. 

Otro tanto de lo mismo, un 'outsider' con la idea de hacer dinero y adquirir poder fuera del sistema. Éste sí entró en política y después de lograr varias mayorías absolutas y transformar Marbella y la Costa del Sol y Ceuta. El peligro era evidente y por eso los salvadores: jueces, fiscales, Gobierno y oposición se unieron contra el intruso y lo abatieron.

Mientras esto ocurría los partidos políticos montaban gigantescas tramas de corrupción que no solo les mantenían en el poder, sino que además les permitía lucrarse de manera desmesurada a unos pocos. 

Lo que realmente pasaba es que levantaban enormes barreras de entrada a quienes pretendiesen salirse del guion, es decir, una trama perfectamente cerrada y organizada donde todos vivían a cuerpo de rey hasta que llegó la crisis.

Sexta escena: 6 de febrero de 2009

Mientras el juez Garzón, el Ministro de Justicia del momento Bermejo, y la actual ministra de justicia Dolores Delgado, que entonces era Fiscal General, se van de caza a una finca de Toledo salta la trama Gürtel. La policía inicia las primeras detenciones en una causa que instruye Garzón, por orden de Bermejo y de Delgado.  

Ha empezado la guerra. La trama realmente era parte de la trama mayor, donde participan todos los partidos, pero esta vez ya no quieren repartirse el poder por temporadas, Zapatero optó por romper la baraja y ahora quiere acabar con su exsocio Mariano Rajoy y su entramado. Esto es la trama de El padrino. Ocurre un año después de que ambos hayan llegado a acumular casi todos los votos, el auge del bipartidismo. 

A partir de esa fecha se rompe el pacto y todo salta en pedazos. Es el momento que se acaba la transición. No por casualidad Zapatero había sacado su Ley de Memoria Histórica, con la que rompía directamente con los 'consensos' de controlarlo todo PP, PSOE, CiU y PNV y pretendía él solo administrarlo todo. Lo que no sabía es que el pueblo debe tener la sensación de tener el control, que no puedes hacer un partido único.

Epílogo


Y llega la crisis económica a salvar a Rajoy, pero el daño estaba hecho: se cuelan en el poder grupos emergentes como Podemos y Ciudadanos, los socios de Convergencia son eliminados (con los escándalos del 3%) y se convierten en independentistas (es decir, quieren ellos mantener solos su banda) porque han sido expulsados, todo el castillo se está viniendo abajo y ahora o lo recomponemos (la tesis de Rajoy) o nos unimos a los otros en una lucha fraticida: es decir, eliminamos totalmente al PP y nos repartimos la cosa entre las nuevas minorías.

Sánchez, continuador de Zapatero, se impone a su partido con esta nueva tesis y llega al poder por la sentencia de Gürtel, la misma que inició Garzón siendo fiscal y cazadora Dolores Delgado, sigue con la misma idea: ser él el amo y señor, y sigue los pasos de Zapatero, dándole otra vuelta a la memoria histórica, poniendo de ministra a Lola (¿cerveza o vino?) Delgado  y queriendo por fin recomponer un Estado Nuevo en el que Podemos, Bildu y el PdCat se unan al PSOE y se hagan con todo el negocio ¿Lo conseguirá? Nos ha prometido que estará hasta 2030.



El asesinato de Carrero Blanco
Sobre el Golpe de Tejero
Sobre Ruiz Mateos


Sobre Mario Conde

miércoles, 12 de septiembre de 2018

Corrupción universitaria y política.



Llevo quince años dedicado a la Universidad y he dado clase en casi todas los los grados, de ciencias y letras, y en varios postgrados en distintas universidades, públicas y privadas, presenciales y online, títulos propios y títulos oficiales. En mis quince años nunca, jamás he aprobado a alguien que no lo mereciese, nunca he tenido presiones de autoridades para aprobar a nadie (y he tenido alumnos hijos de ministros y de autoridades académicas), nunca he visto falsificaciones de actas, regalos de títulos, aprobados por enchufe ni nada de eso y me sorprende y me avergüenza lo que estamos viendo estos días con los políticos y con algunos profesores de la Universidad Rey Juan Carlos -donde he impartido docencia en un máster oficial durante cinco años- y de la Complutense. 

En tribunales de tesis o de trabajos de fin de grado o de fin de máster he leído, revisado y he comprobado siempre que no estuviese copiado o plagiado. Pero yo no soy una excepción ni tengo una ética especial, todos los profesores con los que he convivido actúan igual, jamás he oído de nadie que regale la nota a alguien por ser quien es.

Si alguna vez he detectado un plagio, lamentablemente más de una vez, he suspendido la convocatoria del alumno y he informado a las autoridades académicas. Recuerdo un caso de un alumno, cargo pequeño del Partido Popular, que me quiso colar un trabajo copiado para aprobar una asignatura, le puse un cero, claro está, y en el despacho utilizó todo lo que pudo para que hiciese "la vista gorda", me dijo que el trabajo lo había hecho otra persona, que tenía problemas familiares, que era muy importante y esas cosas... pero no obtuvo el título. 

Escribo esto porque la universidad se ha puesto de moda por estas irregularidades y se dicen muchas cosas en los medios inexactas y otras que me escandalizan. Sin ir más lejos, ayer oí en la radio, en la COPE a varios tertulianos que decían que nadie pasaría una investigación exhaustiva de sus títulos. Pues mis títulos me han costado lo mío y los puedo justificar uno por uno. Cualquiera que haya trabajado en serio, es decir, todos los alumnos, puede justificarlo.

Dicho esto no tengo ninguna duda de que a Cristina Cifuentes y a Carmen Montón les regalaron el máster. La primera más grave, porque ni siquiera fue a defender el TFM, que es requisito imprescindible para terminarlo, ni tuvo la prevención de mandar hacer uno, como hizo la exministra. Tan corruptos son los profesores como los políticos, porque sí, hay clientelismo, subvenciones y puertas giratorias que afectan a unos pocos profesores y muchos políticos. 

Me parece también que Pedro Sánchez no hizo su tesis doctoral. Si en septiembre de 2011 no sabía nada, no había leído nada, no tenía directora de tesis (los directores de tesis lo primero que dan es bibliografía), ni había planteado las líneas generales de la misma es del todo imposible que seis meses más tarde, trabajando en política y en la empresa privada, teniendo familia, sea convierta en un experto capaz de escribir 320 páginas del nivel que se exige en una tesis doctoral. Sabiendo además que para presentarse debe leerse toda la bibliografía escrita, en este caso mucha en inglés, además debe ser supervisada, corregida, cotejada, impresa, presentada en el Departamento para consulta, luego se convoca al tribunal, y se defiende. Es imposible hacer todo esto en un año partiendo de cero, como indica su publicación de 2011 en Twitter.

Está claro que estos seres inmorales que nos gobiernan han colocado la Ley como única barrera moral. A Pedro Sánchez le importa muy poco que su ministra haya copiado o haya mentido, lo debe considerar algo propio de la política, o lo que es peor, de la naturaleza humana. Como dijo en sus declaraciones, para él importante su gestión y su valentía (?) y solo la destituyó cuando se acercó peligrosamente a lo delictivo. Para él -para todos ellos-  copiar, usar su cargo para obtener privilegios, llegar arriba a costa de todo y de todos es aceptable siempre y cuando no se salten alguna ley (o si se la saltan que no se entere nadie). Y por eso Cifuentes y Montón dimiten porque han tejido, o se han beneficiado de favores de funcionarios, es decir, en delitos de falsedad en documento público, prevaricación, etc. No por la inmoralidad, sino por la ley.

Y por la misma lógica Pedro Sánchez no dimitirá. O es un genio o la tesis se la escribieron, pero como no hay forma de probarlo judicialmente, no va a dimitir por eso, a no ser que el verdadero autor, Carlos Ocaña, quiera publicidad y exclusivas y la presión mediática sea fuerte. 

Pero parece que Ocaña será fiel.

En todo caso nos demuestran que la regeneración política en España está muy lejos de conseguirse, que los corruptos mayores son más corruptos solo por haber estado más tiempo dedicados al negocio.