Estoy admirado de lo bien que Pablo Iglesias juega sus cartas, en muy poco tiempo un grupito de antisistema están viendo la
posibilidad de romper el sistema liberal desde dentro. Un sueño imposible hace bien poco. Lo que está pasando es que sus enemigos, es decir, los ciudadanos, en
cada escalón que suben, les aúpan y con sus acciones les catapultan al siguiente. Es inconcebible porque realmente no es mérito de Pablo, es demérito de todos los demás.
Los medios, los partidos, los activistas
esteparios: todos parecen haberse vuelto ciegos o, al menos, actúan como tales.
¿Es que nadie ve lo que está pasando? ¿Es que no saben cómo actuar?
Yael Farache, una periodista española, judía
de religión y acento venezolano, lo dice, con toda claridad en sus vídeos: Podemos sigue la estrategia de los populismos de
ultramar. Si Yael Farache y muchos más se dan cuenta ¿cómo los periodistas, los
partidos, los centros de poder no lo ven? ¡Pero si la estrategia comienza en 2012!
No entiendo a los políticos. Les pagamos para que gasten el dinero
en lo que de verdad importa, tienen unos servicios de inteligencia que deberían funcionar para alertar y sin embargo ven el ascenso de este predictador y nadie hace nada antes de que adquiera más poder.
Lo que pasa es que en vez de plantarle cara dejamos que ellos, los de Podemos, marquen
el ritmo de la información y los tiempos de la democracia. Tanto en Cataluña
como en el resto de España son los antisistema los que deciden cuándo y cómo habrá
elecciones. Y el resto, los que han sacado el 80% de los votos válidos esperan
a que los neocomunistas hablen para contestar airados. ¿No se dan cuenta de la
polarización del discurso? ¿Es que nadie sabe lo que ha pasado en la historia
reciente de Europa y América?
A los políticos les pagamos para que nos
marquen el rumbo con ideales grandes. Porque para gobernar para el día a día,
siguiendo el ritmo que marca Europa, vale cualquiera.
(Es una de las grandes enseñanzas del neocomunismo es que cualquiera vale para el gobierno:
Maduro, conductor de autobús ahora conduce un país hacia la ruina; o los concejales del
Ayuntamiento de Madrid, pasan del paro y de animar socioculturalmente a su
distrito, a gobernar -cinco concejales nunca han trabajado y otros tantos que tienen
un nivel de administrativo, con lo que se da la paradoja de que secretaria y conserjes
del Ayuntamiento tienen más categoría y experiencia que los propios concejales.
Por si alguien quiere echar un vistazo a sus curricula brevis puede ver la web
del Ayuntamiento).
Lo difícil es adelantarse a los acontecimientos, prever el futuro,
tomar medidas hoy para el día de mañana, aunque sean impopulares. Tener claro el
proyecto de ciudad, de Comunidad, de Estado a cinco, diez y veinte años vista.
Para eso les pagamos, para que con su sabiduría (y la de sus
asesores, subsecretarios, Directores Generales y demás) tengan claro no solo el
gobierno actual, sino cosas como cómo pagaremos nuestras pensiones en 2040; o cómo
vamos a beber agua y a regar en 2050 si el cambio climático se acentúa; o cómo
vamos a cambiar el petróleo terrorista por otro tipo de energía más democrática.
Me hubiese gustado que en plena burbuja inmobiliaria, cuando
éramos ricos, el Gobierno hubiese diseñado un plan de exportaciones o de
industrialización adelantándose a la crisis. Pero no, el
ministro Rodrigo Rato andaba en otras cosas y su jefe, Aznar, miraba para otro
lado. Los servicios de inteligencia españoles no se enteraban de nada, los
grandes economistas que cobraban 6000 al mes por asesorar a Rato tampoco lo
veían….
¿Nadie podía haber calculado que la corrupción iba a estallar por
todos los lados? ¿Ni siquiera ellos que estaban corruptos hasta las cejas?¿Nadie se enteró de la fortuna de los Pujol, de los Rato, de los Granados, de los Urdangarín? ¿Nadie sabía nada
de nada?
Lo propio es que los políticos se pregunten cosas que no todos se preguntan, como por ejemplo ¿qué pasa si dejamos la educación en manos de los
nacionalistas? ¿No tendremos un problema creciente de separatismo en diez años?
O ¿Es de recibo que dejemos crecer a movimientos ultraizquieristas como Podemos
que pueden acabar con nuestra democracia? Si siguen creciendo ¿No nos llevarán a un
enfrentamiento cívico en un futuro? O si dejamos entrar a miles de musulmanes
que además se reproducen el doble que nosotros ¿No tendremos un problema de
identidad europeo en un futuro próximo?
Yo creo que un político debe pensar estas cosas y actuar en
consecuencia, es decir, debe poner freno al nacionalismo, al islamismo y al neocomunismo independientemente de su posicionamiento a la izquierda o a la
derecha, porque los valores que están en juego son –o deberían ser-
transversales.
Y por eso es necesario un recambio de toda la clase política, es
necesario que se regenere la democracia por este lado, que impida que oportunistas como
Aznar, González, Zapatero o Rajoy lleguen a ocupar cargos públicos. Porque no solo han gobernado de espaldas al pueblo, sino que además han causado
los graves problemas que ahora sufrimos y no han previsto nada.
Pero parece que todo seguirá igual y Pablito seguirá jugando contra aficionados.
Por si alguno de esos asesores que cobran 6000 euros por no hacer nada quiere unas ideas aquí van 10 consejos para aniquilar a Podemos:
- No contesten a sus provocaciones o “Carmenadas”. Ignórenles.
- Dejen de compartir en sus redes vídeos y memes con los malos que son los de Podemos y no hagan más columnas y entradas blogueras diciendo que son comunistas, que ya lo sabemos.
- Si tienen que hablar de ellos coloquen delante el adjetivo: el partido neocomunista Podemos; o el antisistema Pablo Iglesias.
- No les inviten a los debates, no representan a casi nadie, a un 20%, pero realmente a un 10% si sacamos las candidaturas conjuntas.
- No pacten con ellos, liberen –señores del PSOE- Madrid o de lo contrario se verán fagocitados por ellos (Bolcheviques que se comen a mencheviques, las SA y las SS ¿les suena?)
- Apoyen a Izquierda Unida y a los disidentes del soviet supremo. Entrevistas a Monedero y a los que fueron expulsados del partido, y a los auténticos 11M, primeras víctimas del afán devorador del antisistema Iglesias.
- No les copien, no jueguen los del sistema a ver quién es más antisistema. Pónganse corbata. Dejen de hablar de sueldos a los que no trabajan y de subsidios y hablen de trabajo e industria.
- Y hagan hincapié en lo que funciona: la noticia no es el desahucio, la noticia es que el sistema les da casa al día siguiente.
- Y monten un Podemos de derechas, tipo Le Pen, capaz de aunar el voto descontento desde el otro lado, pero que enfrente a un extremismo con el otro.
- Y, por último, ahonden en las noticias sobre Grecia y Venezuela.
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