Charlotte Kitley comenzó su blog cuando le diagnosticaron cáncer de colon, en abril de 2012. Sin duda fue un acierto decidirse a escribir sobre la enfermedad en un blog (Live as a semi-colon, abajo está el enlace). Hay que tener una mezcla de valor y cierta falta de pudor para mostrar al mundo los sentimientos sobre la enfermedad y la muerte.
Por otro lado, el cáncer tiene todos los ingredientes para triunfar en Internet: dramatismo, inmediatez, actualidad, cercanía afectiva... Por ello poco a poco fue subiendo en visitas y convirtiéndose en una de las blogueras más leídas en el medio global Huffingtonpost, pero el éxito lo fue consiguiendo a costa de su vida. Su vivencia era como como un embarazo al revés. El desarrollo de unos acontecimientos que, molestos y felices, terminarán con su vida.
Desde 2012 escribió cosas que miles de personas leerían y compartían. Casada, con dos niños. Vivía lo que -impropiamente- llamamos felicidad. Sin problemas, en plena vida, en el auge de su carrera, en el floruit. Y le quedaban muchos años por vivir y mucho que hacer en la vida. Pero lo que tenía antes del cáncer no era el camino de la felicidad, lo comprendió tarde, y por eso se rebelaba.
Ahora que Charlotte ha muerto ya, no hay nada que hacer. Ya está enterrada. Ahora va dejando como ella dice "un agujero injusto, cruel y sin sentido, no sólo en Halliford Road, sino en todas las casas, pensamientos y recuerdos de otros seres queridos, amigos y familias".
Es cierto que los muertos dejan ese hueco del que habla Charlotte, aunque menos de lo que pensamos mientras vivimos, pero no puedo estar de acuerdo con Charlotte en eso de que ése hueco es un agujero "injusto, cruel y sin sentido".
La muerte es cosa extraña. Consiste simplemente en que una persona que habla, que piensa, que siente, que proyecta, y que se va desplegando en el tiempo, un día -así y por las buenas- deja de hacer todo eso y ya parece que no hace nada.
Es efectivamente un misterio complicado, porque nosotros sabemos que las cosas no desaparecen, y menos las personas. Pero parece que sí. Y sobre todo cuando estamos acostumbrados a una realidad y esa realidad deja de ser. Pero no es injusto, es simplemente lo que pasa por vivir en la naturaleza, la misma naturaleza que nos mantiene vivos nos mata. (Obvio, si no aquí no cabría nadie).
Para que algo sea "injusto" o "cruel" es necesario que haya un responsable. Es decir, Alguien (y no Algo) con capacidad para hacer o no hacer algo a su antojo, es decir, un sujeto libre que fuese repartiendo desgracias por todo el planeta. Si fuese así, ese ser sería claramente un ser cruel.
Pero no es así. No puede existir un ser libre que vaya haciendo el mal a la gente. Es contradictorio. El mal solo lo puede hacer alguien defectuoso, que no sabe lo que es el bien y si lo sabe no es capaz de moverse por falta de voluntad. Nadie puede pensar que Dios es defectuoso o que no puede hacer el bien.
Si pensamos que es cruel e injusto podemos pensar que a Charlotte el cáncer le ha sido entregado como un castigo... Es realmente un absurdo pensar así. El cáncer es un proceso de sus células. Nada más. No es ningún castigo ni ha sido enviado por nadie. Es simplemente como es un catarro o una rotura de un brazo. Es.
Es porque estamos sujetos a las normas de la biología, que están perfectamente diseñadas para que esto ruede y funciones a las mil maravillas. Solo hay que mirar un poco a distancia y ver la maravilla de la vida trabajando: intercambios de materia y energía, vueltas y vueltas de las moléculas, de los átomos, de las partículas elementales: todo perfecto, todo en movimiento, e incluso lo que nos parecen defectos realmente son variedades necesarias para que todo funcione.
Hay una visión de la Providencia que se inmiscuye por la vida de todos y en todas las cosas, que le hace responsable a Dios de las desgracias y las gracias, como si Dios no tuviese otra cosa que hacer que andar apretando al hombre en su camino. O dando premios aquí y allá como el duende de la Lotería... Realmente no es así. Lo único que hay que ver es a la Providencia actuando en toda la realidad, pero con las leyes de la realidad, y no rompiéndolas a cada rato.
Parece que el bien o el mal no es cosa de la naturaleza, como no lo es la verdad o la belleza. Son cosas humanas. Y aquí es precisamente donde Charlotte tiene una intuición magnífica que le da sentido a todo, a su vida y a la de los demás, escuchen:
Así que, en mi ausencia, por favor, por favor, disfrutad de la vida. Cogedla con las dos manos, agarradla, agitadla y creed en ella cada instante. Adorad a vuestros hijos. No tenéis ni idea de lo privilegiados que sois por poder gritarles cada mañana para que se den prisa y se laven los dientes.
Abrazad a esa persona que queréis y si no os devuelve el abrazo, encontrad a alguien que sí lo haga. Todo el mundo se merece querer y ser querido. No aceptéis menos. Buscad un trabajo que os guste, pero no os hagáis esclavos de ello. Al final, en la lápida no pondrá "ojalá hubiera trabajado más". Bailad, reiros y comed con amigos. Las amistades verdaderas, fuertes y sinceras son un privilegio y una elección que tenemos que hacer, no como la lealtad que debemos mostrar por un vínculo sanguíneo. Elegid sabiamente a vuestros amigos y queredlos con todo vuestro amor. Rodeaos de cosas bonitas. En la vida hay muchas sombras y mucha tristeza; buscad ese arcoiris y enmarcadlo. Hay belleza en todo. A veces sólo hay que esforzarse un poco más para verlo.
Es decir, como esto que vivimos pasa y aunque a ella que se lo han negado (realmente se nos niega a todos, porque estos son dos días) afirma la vida en cuatro ideas:
1. Creed en la vida (o en Dios, que es la forma laica de decirlo)
2. Amad verdaderamente
3. No trabajéis demasiado
4. Rodearos de Belleza
O como dice la periodista Pepa Echánove en El Imparcial: "Solamente el amor grande de los cuidadores, su valiente humanidad y su generosa dedicación perdura y traspasa todas las generaciones en todas las familias, más allá de las casas, las residencias, los hospitales, los cementerios y las ciudades"
La idea es la misma: traspasar, trascender, negarse a morir.
Y eso se hace solo con lo Trascendente: hacer el Bien, rodearse de Belleza, buscar la Verdad y la Unidad... Y el resto es tontería.
La carta en español, en inglés y en francés:
Todo llega a su fin
Siempre he planificado bien las cosas. Me gustan las listas y las planillas, las notas con lo que etngo que hacer y los objetivos. Soy muy buena emprendiendo, pero, sinceramente, también me aburro con facilidad y pierdo el interés cuando la emoción inicial se pasa.
No he tenido el privilegio de poder aburrirme del cáncer. No es algo que puedas dejar sin más si no te apetece ese día. No existe un botón que puedas apagar de un día para otro. Al menos, no para mí. Desde mi primer día como paciente de cáncer he asistido a todas las pruebas, citas y consultas. He probado todos los tratamientos posibles, desde las terapias médicas habituales hasta el requesón con aceite, la acupuntura y el zumo de col. El cáncer se ha convertido en nuestra vida. Vacaciones, cortes de pelo, clases de helicóptero... Todo ha estado planeado en torno a fines de semana buenos o malos por la quimioterapia. Danny y Lu, inocentes e inconscientes espectadores, han pasado su infancia protegidos, pero también dictados por mis diversos regímenes. Esto es lo único que han llegado a saber, pero espero que se las apañen para seguir siendo unos niños tan buenos, satisfechos y amados.
La inocencia de la que les hemos protegido se ha tenido que manifestar ahora. Después de mi cumpleaños, empecé a sentirme indispuesta. Fuimos al hospital que lleva mi seguimiento. Por desgracia, al hacerme un nuevo escáner, los resultados fueron devastadores. Ya no contábamos con el plan de acción mes a mes con un par de meses de regalo al final. Me dieron unos días de vida, con suerte un par de semanas. Se suponía que no podía irme del hospital, pero, de algún modo, me las arreglé para salir de ahí en el último momento y volver a casa a pasar el poco tiempo que me queda con mis queridos hijos y marido.
Mientras escribo esto, estoy sentada en el sofá, relativamente sin dolor, y ocupada con mis pequeños proyectos, arreglando el funeral y vendiendo mi coche. Cada mañana nos despertamos agradecidos porque puedo achuchar y besar a mis bebés.
Cuando leáis esto, yo ya no estaré aquí. Rich estará intentando mantenerse en pie, intentando comprender algún día en algún momento que yo no volveré a despertarme a su lado. Me verá en sueños, pero con la brutal luz de la mañana descubrirá que la cama está vacía. Sacará dos tazas del armario, pero se dará cuenta de que sólo tiene que preparar un café. Lucy pedirá que alguien le alcance la caja de los coleteros, pero no habrá nadie que le trence el pelo. Danny habrá perdido uno de sus policías Lego, pero nadie sabrá exactamente ni dónde está ni dónde buscarlo. Vosotros iréis a ver la última actualización del blog, pero no habrá ninguna más. Éste es el último capítulo.
De este modo, voy dejando un agujero injusto, cruel y sin sentido, no sólo en Halliford Road, sino en todas las casas, pensamientos y recuerdos de otros seres queridos, amigos y familias. Lo siento mucho. Me encantaría estar con vosotros, riendo, probando un nuevo alimento milagroso, diciendo tonterías de las mías. Tengo mucha vida por vivir, pero sé que no podré. Quiero estar presente para mis amigos y saber cómo les va la vida, quiero ver a mis hijos crecer, y quiero hacerme vieja y gruñona con Rich. Pero todas estas cosas se me niegan.
No obstante, a vosotros no os las están negando. Así que, en mi ausencia, por favor, por favor, disfrutad de la vida. Cogedla con las dos manos, agarradla, agitadla y creed en ella cada instante. Adorad a vuestros hijos. No tenéis ni idea de lo privilegiados que sois por poder gritarles cada mañana para que se den prisa y se laven los dientes.
Abrazad a esa persona que queréis y si no os devuelve el abrazo, encontrad a alguien que sí lo haga. Todo el mundo se merece querer y ser querido. No aceptéis menos. Buscad un trabajo que os guste, pero no os hagáis esclavos de ello. Al final, en la lápida no pondrá "ojalá hubiera trabajado más". Bailad, reíros y comed con amigos. Las amistades verdaderas, fuertes y sinceras son un privilegio y una elección que tenemos que hacer, no como la lealtad que debemos mostrar por un vínculo sanguíneo. Elegid sabiamente a vuestros amigos y queredlos con todo vuestro amor. Rodearos de cosas bonitas. En la vida hay muchas sombras y mucha tristeza; buscad ese arco iris y enmarcadlo. Hay belleza en todo. A veces sólo hay que esforzarse un poco más para verlo.
Esto es todo por mi parte. Muchas gracias por el amor y la simpatía que me habéis mostrado con pequeños gestos en los últimos 36 años. Desde las niñas que, con seis años, me empujaron a las ortigas, hasta los viudos que en la última semana me han contado lo que sus mujeres hicieron para preparar a sus hijos y a todo el mundo. Ellos, y todos vosotros, me habéis ayudado de alguna forma a convertirme en la persona que he sido.
Por favor, haced que todo este amor por mí pase ahora a Rich, a mis hijos, a mi familia y a mis amigos íntimos. Y cuando cerréis las cortinas esta noche, buscad una estrella: seré yo, mirando hacia abajo, con una piña colada y una caja de bombones (de los caros) en la mano.
Buenas noches.
Se despide,
Charley xx
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En su versión original, o sea, en Inglés:
I've always been a good planner. I like lists and tick sheets, to-do notes and objectives. I'm very good at starting things, but honestly, I am also easily bored and quickly lose interest once the original excitement passes.
I haven't had the luxury of being allowed to be bored of having cancer. It isn't something you can just give up if you don't fancy doing it that day. There isn't a switch you can chose to turn off one day from the next. At least not for me. From my first day as a cancer patient, I have attended every test, scan and appointment. I have tried every treatment offered, from the standard medical therapies, to eating oiled cottage cheese, having acupuncture and juicing kale. Cancer has become our life. Holidays, haircuts and helicopter lessons have all been timed around good or bad chemo weekends. Danny and Lu, unwittingly as innocent by-standers have had their childhoods protected but also dictated by my various regimes. This is all they have ever known and, I hope, have still managed to turn out to be pretty good, well-rounded, loved and treasured children.
The innocence that we have protected them from has now had to be revealed. Following my birthday, I started to feel 'unwell'. We 'popped' to hospital where the usual set of tests were carried out. Unfortunately, when combined with a recent scan, the results were nothing short of devastating. We were no longer looking at a month by month action plan with a couple of months buffer at the end. I was given days, perhaps a couple of weeks to live. I wasn't expected to leave the hospital, but somehow, have managed to pull it out of the bag at the last moment and return home, to spend what little time I have with my darling children and loving husband.
As I write this, I am sat on the sofa, relatively pain-free and busy doing my little projects, sorting out the funeral and selling my car. We wake up every morning, grateful I can have a cuddle and kiss my babies.
As you read this, I will no longer be here. Rich will be trying to put one foot in front of the other, to get by, a day at a time, knowing I will no longer awake next to him. He will see me in the luxury of a dream, but in the harsh morning sun, the bed will be empty. He will get two cups from the cupboard, but realise there is only one coffee to make. Lucy will need someone to reach for her hairband box, but there won't be anyone to plait her hair. Danny will have lost one of his Lego policeman, but no one will know exactly which one it is or where to look. You will look for the latest update on the blog. There won't be one, this is the final chapter.
And so I leave a gaping, unjust, cruel and pointless hole, not just in Halliford Road, but in all the homes, thoughts and memories of other loved ones, friends and families. For that I am sorry. I would love to still be with you, laughing, eating my weird and latest miracle food, chatting rubbish 'Charleyisms'. I have so much life I still want to live, but know I won't have that. I want to be there for my friends as they move with their lives, see my children grow up and become old and grumpy with Rich. All these things are to be denied of me.
But, they are not to be denied of you. So, in my absence, please, please, enjoy life. Take it by both hands, grab it, shake it and believe in every second of it. Adore your children. You have literally no idea how blessed you are to shout at them in the morning to hurry up and clean their teeth.
Embrace your loved one and if they cannot embrace you back, find someone who will. Everyone deserves to love and be loved in return. Don't settle for less. Find a job you enjoy, but don't become a slave to it. You will not have 'I wish I'd worked more' on your headstone. Dance, laugh and eat with your friends. True, honest, strong friendships are an utter blessing and a choice we get to make, rather than have to share a loyalty with because there happens to be link through blood. Choose wisely then treasure them with all the love you can muster. Surround yourself with beautiful things. Life has a lot of grey and sadness - look for that rainbow and frame it. There is beauty in everything, sometimes you just have to look a little harder to see it.
So, that's it from me. Thank you so much for the love and kindness you've shown in your own little ways over the last 36 years. From the mean girls in the playing fields who pushed me into the stinging nettles aged six to the bereaved husbands who in the last week have told me what their wives did to help prepare their young children and everyone in between. They and you have all, in some small way helped me become the person I have been.
Please, now use that love for me and pass it to Rich, my children, family and close friends. And when you close your curtains tonight, look out for a star, it will be me, looking down, sipping a pina colada, enjoying a box of (very expensive) chocolates.
Good night, Good bye and God bless.
Charley xx