miércoles, 7 de junio de 2017

Cómo formar a los líderes del futuro


Hoy he tenido que dar una sesión de veinte minutos para participar en los cursos que capacitan para ser formador en "liderazgo creativo", aunque quizá se lleve esta temporada un estilo de liderazgo más enfocado a lo superficial que a lo profundo, más a la creación de técnicos que a la de personas comprometidas, más al uso de presentaciones que al discurso y el diálogo... en fin, es lo que hay, aún así esto es lo que he dicho:

Cómo formar a los líderes del futuro.

1.     Dos formas de Liderazgo:

1.1.   Liderazgo natural.
Como el hombre es un animal gregario en todo grupo destaca un líder. El líder es quien tiene que tomar las mejores decisiones y para ello:
1.1.1.     Tiene que tener más inteligencia que el resto, esto es, tener una capacidad de visión amplia
1.1.2.     Tiene que tener atractivo, capacidad de atraer personas a su causa
1.1.3.     James C. Hunter en La paradoja (1998) –en inglés The servant– nos dice que “la verdadera esencia del  liderazgo” es una “gran paradoja”: consiste en que para liderar equipos humanos hay que saber servir.
1.2.   Liderazgo adquirido.
Partiendo de una base de liderazgo natural, que todo el mundo tiene en algún momento y grado, podemos aprender a ser líderes. En este caso un líder tiene que tener:
1.2.1.     Una visión más amplia que el resto de las personas. Estamos en un mundo en cambio que se caracteriza por la introducción de nuevas formas de vida, principalmente propiciadas por nuevas tecnologías, que exigen la toma de decisiones para saber dónde queremos llegar. Si no hubiese líderes bien formados la tecnología, por ejemplo, nos llevaría ciegamente, a veces con resultados negativos.
1.2.2.     Una apuesta por lo más elevado.  Si el líder está movido por intereses personales, por intereses económicos o de poder, deja de ser líder y se convierte en el antilíder. El antilíder es quien tiene la apariencia externa de líder pero en realidad esconde un corrupto o un ser humano defectuoso, lleno de complejos. Los intereses del líder deben ser los de la comunidad que lidera.
1.2.3.     La capacidad de imaginar el futuro y diseñar las estructuras que mejorarán la vida a la comunidad que lidera. Por ejemplo, la introducción de sistemas informáticos determinados en una empresa, la vigilancia con videocámaras, la organización empresarial no son neutras, exigen la toma de decisiones hoy que hacen cambiar las estructuras del mañana.
1.2.4.     Una capacidad de resolución práctica de problemas teniendo en cuenta la visión amplia y la humanidad
1.2.5.     La apuesta por el bien común. Sin esta idea previa el líder se convierte en antilíder: puede crear estructuras favorables a su comunidad a corto plazo pero que degraden a otras, puede hacer acciones que a corto plazo den beneficio pero a largo sean significativamente destructivas.

2.     Definición:

Liderazgo es pues la disposición natural o adquirida para mover a grupos humanos hacia su felicidad, para ello se necesitan de partida una inteligencia viva, un atractivo indiscutible y una capacidad de servir. Si esto se desarrolla el líder es entonces un ser humano con capacidad amplia de visión, que apuesta por lo más elevado de la realidad y que por lo tanto es capaz de imaginar un futuro mejor para su organización y solventar los problemas o impedimentos que puedan darse para lograrlo, sin desestimar el bien común o el bien de las comunidades  mayores en las que está inmerso.

3.     ¿Y la educación de líderes?

Debe enfocarse en tres direcciones:

3.1.   Formación de esa visión amplia. Estamos en un mundo técnico y de conocimientos especializados donde los trabajadores mejor valorados y pagados saben mucho de poco y casi nada de todo lo demás. Este perfil laboral es correcto para un mundo tecnológico, económico y político cada vez más complejo donde hay que solucionar cosas de manera rápida y sin complicaciones.
La visión amplia se logra con un desarrollo de la capacidad creativa del ser humano, y esta capacidad se logra por medio de la lectura y del conocimiento del arte, de la historia, de la filosofía, de la política, de la literatura. Es decir, en la formación del líder es necesario introducir una buena dosis de humanidades que permitan el desarrollo de una mentalidad abierta y de grandes miras.
3.2.   Debe tener el líder en su formación filosofía práctica:
3.2.1.     La formación amplia además debe complementarse con una visión ética de la realidad. Estamos aquí para hacer el bien y debemos conocer los procesos que nos llevan a lo mejor de nosotros mismos, por ello es muy importante en la formación del líder la apuesta clara por el bien, por la mejora y felicidad de la humanidad.
3.2.2.     Además es necesario una visión estética que descubra lo simbólico más allá de lo fenomenológico, que sepa percibir la belleza de la realidad y la belleza de la vida humana actuando. Una visión estética da la posibilidad de ver más allá de la realidad cotidiana y, por lo tanto, favorecerá la creación de estructuras que mejoren la comunicación y la relación de sus comunidades.
3.2.3.     La formación en una visión política de la actividad empresarial es también necesaria. Entiéndase política en sentido griego: la polis, el bien común en la sociedad. Por ello el líder del futuro debe estar al tanto de las estructuras sociales, de las diversas ideologías y cosmovisiones que conviven en Occidente, para guiar a la sociedad, desde su liderazgo, hacia formas mejores de existencia.
3.3.   Por último el líder debe conocer las técnicas de desarrollo personal, liderazgo, comunicación, etc. de forma que se agilice en la toma de decisiones y en el día a día de su actividad. Debe conocer la estrategia en sentido amplio y moverse por objetivos a corto medio y largo plazo.

En definitiva: la formación del líder debe contener un alto contenido de humanidades y el desarrollo de un pensamiento filosófico práctico en ética estética y política, además de conocer las técnicas de desarrollo humano y estrategia.


Javier Borrego, junio de 2017



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