Últimamente he oído esto de tres personas distintas. Y no estoy de acuerdo: si no sabes comunicar no eres buen director, es más, si parece que no sabes comunicar y eres director, eres un trepa. Lo justifico enseguida.
Primero vamos al retrato, en diez características, para saber de quién estamos hablando:
1. Estos personajes parecen no tener eso que llaman "don de gentes"2. Tienen manías y obsesiones3. Generan a su alrededor falta de confianza. 4. Creen que lo personal no tiene que ver con su trabajo e intentan actuar como si no trabajasen con personas sino con currículos, resultados o reportes.5. Son gente muy meticulosa, capaces de estar horas y horas estudiando tablas con los datos que les interesan. 6. Son desconfiados.7. Les encanta la burocracia. Son capaces de pedirte por escrito, con sello y firma, que cierres la puerta.8. Saben pregonar sus éxitos y tapar sus errores. 9. Distinguen claramente la jerarquía: saben a quién adular y a quién pisar.10. Les gusta el poder
Si se fijan hay una contradicción, puesto que nadie llega a director de nada si no tiene eso que se llama "don de gentes" con quien quienes tienen que auparles. Es decir, son seres que su "virtud" está en haber generado una especie de fobia a lo inferior y filia al poderoso.
Quizá por un complejo de inferioridad mal curado o por una falta de autoestima general se comporten así, en busca de un reconocimiento falso a pesar de (y contra) la mayoría.
Este tipo de personas son perfectos segundos y malos primeros, pero no se conforman con ser segundos... siempre hay alguien que cae en sus redes y acepta la amistad falsa a cambio de esas adulaciones (punto 9) y lo promociona, lo coloca de primero de algo.
Consejo (gratis) para la dirección adecuada: encuentre al trepa de su organización y degrádelo un poquito (y verá entonces su ira contra usted).
Pregunte de vez en cuando a sus subordinados y verá...
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