viernes, 10 de octubre de 2014

El ébola y preparación de los sanitarios españoles



Si algo me ha quedado claro sobre la falsa crisis del ébola en España es la falta de preparación del personal sanitario y de los periodistas que han tratado el tema. También ha dejado en evidencia la ineptitud de los políticos a la hora de comunicar las malas noticias, aunque  esto último ya no debería sorprendernos.

El personal sanitario debe (está obligado a) saber, saber hacer y actuar responsablemente.

Todo trabajador de un hospital debe tener nociones más que básicas sobre las enfermedades infecciosas, sobre los tratamientos, precauciones, etc. La estructura jerárquica de los hospitales no les exime de sus responsabilidades. Las auxiliares no son enfermeras ni son médicos; no se les pide que sepan de tratamientos o diagnósticos, pero sí de precauciones y modos de transmisión de enfermedades. Hay que saber para cuidar al paciente, limpiar un quirófano o desinfectar el material clínico.  Las personas que se dedican a la salud deben estudiar, es su obligación. Por su cuenta o por cuenta de la Administración, en las universidades, en escuelas o academias; el sistema público (o privado) de salud no debe contratar a nadie que no demuestre saber estas cosas y si lo hace debe también enseñar por medio de cursos. Pero la responsabilidad moral es del trabajador.

Además de saber tienen que saber hacer, es decir, saber aplicar los protocolos, incluso si no los hay crearlos. Y por último deben ser diligentes: son responsables de la vida de los pacientes y de la suya propia (por este orden) y deben responder adecuadamente a lo que les mandan, meticulosa y responsablemente. 

En este asunto salen a relucir cosas terribles, como que nadie iba a los cursos, o que muchos se negaron a tratar con el padre Pajares. O que actualmente algunos de los compañeros de Teresa prefieren renunciar a la plaza antes que formar parte del equipo... 

Muchos periodistas y otros que no lo son, han difundido dos tipos líneas editoriales muy peligrosas: 

1. Convertir un caso de contagio en una pandemia mundial (a mi me han llegado mensajes sobre cuarentenas masivas en los hospitales de Madrid, con avisos de cierres de colegios y universidades, etc.) 2. Exculpar del todo a los santos trabajadores y culpar en su lugar a los políticos

En fin. La información adecuada debe centrarse en los datos, los hechos y si los valora será para mostrar el error y mover a la precaución futura, es decir, hacer que las personas sean responsables en su trabajo. En todo caso hay UN caso de ébola contagiado en España, un caso que es muy probable que se cure y que se acabe con él el problema. Quién cometió el fallo no se sabrá, quién lo convirtió en un caso aislado y acabó con él es claro: las autoridades sanitarias (que dicho sea de paso es su obligación, para eso les pagamos).

En todo caso creo que hay que recuperar la responsabilidad individual como primera causa de las catástrofes, es decir, que cada uno cuide de sí mismo y que dejen todos de mirar a papá Estado constantemente. 

Ni el Estado ni la empresa son responsables de "dejarte" hacer barbaridades. Por ejemplo, si hay un cartel que dice "póngase el casco", "no crucen las vías", "peligro de electrocución" o "cuidado con el perro" y uno cruza, no se pone el casco, toca un cable de alta tensión o salta una valla... es problema del agente, aunque la tendencia sea a exculpar a la víctima... la cosa está clara desde el punto de vista moral.

Eso sí, cuando hay accidentes, el infantilizado trabajador llama a papá Estado. Y Papá Estado cariñosamente y le cura y despliega todos los medios para "salvarle".

No hay comentarios:

Publicar un comentario