La Manada |
Por un lado todo el mundo clama por la independencia de los jueces pero cuando juzgan y aplican la ley y la sentencia no coincide con la opinión de la chusma, azuzada por políticos y periodistas, entonces hay que ir a por el juez, o a por toda la justicia. Como si los jueces tuviesen la culpa de hacer su trabajo, que consiste en aplicar la ley sin dejarse llevar por nada que no sean los hechos probados, la ley vigente y la jurisprudencia.
Hoy he recibido una foto del juez que ha condenado a los degenerados de San Fermín con la leyenda "Os invito a difundir su cara para que todo el mundo sepa quién es esta escoria humana".
Parece que a un sector de la sociedad tuitera le hubiese gustado una condena más fuerte, o incluso la pena de muerte, la castración o el linchamiento público y posterior hoguera y entonces arremeten contra el juez... pero ¿qué tiene este caso que tanto interés público suscita? ¿Qué tiene esta chica, este caso, esos energúmenos?
Me sorprende el revuelo porque hay mil casos similares a "la manada". Apuesto a que vd. no sabía de estas tres noticias recientes:
1. "Tres detenidos por violar a una mujer en un piso de Alicante", de 17 de abril de 2018, y los acusados están en libertad (pero eran argelinos).
2. "Diez detenidos por violar repetidamente a tres chicas fugadas de un centro de menores", de 22 de marzo de 2018 (vaya, también argelinos)
3. "Cuatro encapuchados violan a una mujer tras robar en su chalé", de 2 de abril de 2018 (esta vez gente del Este)
Estos tres casos, decenas si nos remontamos a los sucesos de San Fermín de 2016, no interesan, y quizá sea porque las chicas no se liaron con nadie ni quisieron sexo de ningún tipo, simplemente estaban en el lugar equivocado a la hora equivocada.
Lo que ha dado alas mediáticas a este hecho es que surge en un contexto de degeneración moral que se quiere aceptar como normal. No es machismo relacionar las conductas previas de las mujeres con las agresiones. Una agresión machista es una agresión contra una mujer por el hecho de serlo, no una agresión a cualquier mujer en cualquier circunstancia. No todas las mujeres se ponen en esas situaciones de degeneración ética y estética. Yo creo que si alguien provoca una actitud en las personas, por muy reprobable que sea esa actitud, debe evitarla. Y esto no es "criminalizar" a la pobre chica, es resaltar que en un ambiente de relajación moral suceden estas cosas. Si yo insulto a la gente por la calle, en un barrio conflictivo, es muy probable que me agredan. Y la agresión física está muy mal, nadie debe ejercer la violencia contra nadie, pero el juez no puede condenar igual a uno que agrede sin mediar provocación que a otro que provoca la agresión. Lo que no puede pasar es que la sociedad critique los efectos y no las causas. Y tampoco que se quiera ver lo inmoral como normal. El discurso feminista, a mi juicio, está equivocado, creen que solo hay una causa de todas las agresiones a mujeres (el machismo ancestral heteropatriarcal), y realmente hay muchas causas, tantas como agresiones. En concreto, el consumo de pornografía, la sexualización del ocio, la relativización del sexo, el consumo de estupefacientes y alcohol en exceso, el efecto de la masa, etc.
Y este es el quid de la cuestión: que la sociedad se empeña en normalizar lo que va contra la naturaleza humana, lo que no puede ser aceptado como normal es que una chica de 17 años ande sola, borracha, en un ambiente donde todos van con las facultades mentales y morales alteradas, y que en ese estado busque sexo en un portal un desconocido. El discurso imperante políticamente correcto dice que ella puede hacer lo que quiera, pero en esos estados, en esos momentos, es evidente que los límites morales se deshacen.
Nos guste o no, la justicia tiene que valorar las situaciones, y el pueblo debe callar para que hablen los expertos, que para eso les pagamos, y ese feminismo sensibilero debe dejarse a un lado: cuando una mujer dice no, es no, de acuerdo, pero si una mujer o un hombre se pone en situación de riesgo manifiesto debe conocer las consecuencias.
Y, por último, una nota para evitar mi linchamiento, si todavía es posible: creo que cualquier hombre (y cualquier mujer) debe respetar a cualquier mujer (y a cualquier hombre) en cualquier circunstancia y creo que el respeto a las mujeres va más allá de la ley o de las violaciones: aunque quiera, aunque ella hubiese accedido a ello desde el principio hasta el final, sería igualmente asqueroso que cinco hombres tuviesen sexo con una chica en un portal. En cuestiones morales poco importa el deseo o la apetencia, lo que está mal, está mal, por mucho que se quiera hacer coincidir el sentimiento con la moral.