jueves, 2 de enero de 2014

La educación está mejor sin filosofía



No he firmado los variados manifiestos que me han presentado para "salvar" la asignatura de Filosofía porque no creo que deba ser salvada. 

Cuando se defiende la asignatura en cuidados e ingeniosos artículos escritos por catedráticos e intelectuales alejados de las aulas reales, se utilizan conceptos como "espíritu crítico", "pensar por sí mismos", "herramientas del pensamiento", etc. y se habla de los grandes males que sufrirá una sociedad sin que sus miembros aprendan estas formas del pensamiento en la escuela, etc. , pues bien, desde hace ya muchos años la filosofía que se enseña ni genera ni puede generar estas habilidades. En sentido estricto no es filosofía; el único pensamiento crítico que se permite versa sobre la validez de la propia filosofía.

Para empezar, se ha planteado la Historia de la Filosofía como un espacio donde los distintos pensadores dan su parecer sobre algunas cuestiones... y todas son tratadas como válidas, con lo que el alumno saca la conclusión de que todo está permitido en filosofía. El método del debate se introduce siempre, generando la idea de que las opiniones de Descartes, Heidegger o Santo Tomás tienen la misma validez que las de un crío de quince años. Mientras en las clases de Ciencias Naturales, por ejemplo, se enseñan las teoría provisionales como si fuesen dogmas de fe. Se enseña, por ejemplo, lo incorrecto del pensamiento machista de Platón o de Schopenhauer, sin entrar de verdad en las doctrinas de los mismos.

Por otro lado se enseñan los filósofos de la historia por equipos enfrentados, como en el fútbol o la política: Aristóteles vs. Platón; San Agustín vs. Santo Tomás; Descartes vs. Hume, etc. impidiendo ver un pensamiento coherente y cada día más depurado a lo largo de los siglos. 

Se enseña además la historia de la filosofía como un camino hacia la destrucción de las nociones metafísicas, que comienza con lo mítico y termina en lo científico, cuando es realmente una depuración constante de las mismas.

Y -por último- se estudian al final y como colofón a los grandes enterradores de la filosofía: a Sartre, a Nietzsche, y al ingeniero Wittgenstein, todos convencidos de que ya no es necesario filosofar y todos con sus graves problemas de salud mental. Y así nos va.


Pero los que de verdad han acabado con la Filosofía en bachillerato son los profesores de filosofía que han decidido dejar de enseñar a cambio de trece monedas y un 10 en selectividad. Los mismos que ahora se manifiestan porque pierden, o pueden perder, su puesto y sus privilegios, son los que convirtieron la asignatura en una caricatura de la filosofía, reduciendo el temario hasta la más mínima expresión y recortando a los buenos autores en favor de los fáciles. Todo ello a cambio de lograr una buena nota en Selectividad, para que el mayor número de sus alumnos pudiesen hacer la carrera que habían decidido hacer.

Seguro que piensa que es muy legítimo que el profesor haga todo lo que esté en su mano para que los alumnos saquen la mejor nota en Selectividad. De ese modo el Centro, los padres y los alumnos se lo agradecerán y será considerado un buen profesor. Ese todo incluye sonsacarle a la Universidad las preguntas del examen, o "negociar" el contenido del examen de selectividad hasta convertirlo en una prueba memorística en la que no es necesario pensar en absoluto para lograr una buena nota. El buen profesor solo tiene que proporcionar unos buenos "contextos", que son unas diez líneas que se transcriben junto a cada autor; tiene que proporcionarle resueltos los "comentarios" que pueden entrar, y los "resúmenes" de las "teorías" de cada autor. De ese modo con estudiarse de memoria dieciocho folios uno tiene buena nota y no necesita dar clase.

He visto profesores de filosofía, profes y profas, desgañitarse delante de la Universidad para lograr que el examen sea más sencillo con el argumento de que si lo poníamos muy difícil en filosofía los alumnos cogerían Historia; profes y profas luchando por restarles estrés (sic) a los alumnos ante el examen, profesores dispuestos a no enseñarle a sus alumnos ni una palabra desde Aristóteles hasta Descartes porque las dos opciones de los doce autores que entraban garantizaban que estudiando solo seis el alumno podía hacer algo... 

Esta despreocupación por el aprender se da en un contexto adverso a todo conocimiento. En el ambiente de guerra sin cuartel donde dar diez minutos seguidos de clase es todo un lujo, y la capacidad de asimilar contenidos nuevos por parte de los alumnos es muy escasa, donde es imposible pensar. 

En los años anteriores al Bachillerato, cuando ven Ética o cuando "entran" en los problemas de la filosofía, solo estudian cuatro pinceladas en forma de debate. Porque la filosofía ya ha perdido su sentido de ser disciplina crítica y se ha convertido en una forma de ideologización donde el alumno aprende los argumentos a posteriori para justificar lo políticamente correcto. Y, por último, porque los profesores con tan poca motivación y apoyo por parte del Estado, si deciden seguir estudiando después de la oposición es porque de alguna manera lo pasan bien de ese modo, pero lo hacen contra corriente y sin poder aportar nada de lo aprendido a la dinámica de las clases, al menos de Bachillerato, porque todo lo que sea salirse del guión es perjudicial, en teoría, para los alumnos, que no podrán estudiar la carrera que querían por culpa del profesor de filosofía.

La filosofía no es para todos y por eso debe eliminarse del sistema educativo que está diseñado para que una gran parte de españoles vayan a hacer el vago a la Universidad. 

Debe ser sustituida  por una "Formación en el Espíritu Democrático", o "Ciudadanía Bien Entendida" donde el alumno no tenga que pensar nada de nada y solo deba aprenderse de memoria normas, usos y costumbres para vivir frente al televisor.


http://cultura.elpais.com/cultura/2013/09/27/actualidad/1380285562_264621.html

Aquí un ejemplo del efecto de la filosofía sobre el pueblo llano:



"[La filosofía] se plantea cosas que no se plantea nadie en ningún momento, porque no tenemos tiempo de plantearnos en la vida real, ¿no? porque a mi me parece más real la filosofía que andar por la calle,  me aburre la realidad, me, me, me, me resulta mediocre y triste, el estar todo el día dedicados a lo que sirve, a lo que merece la pena, los que no se dedican a ganarse el pan son los que tienen una mayor resntabilidad, recuerdo un reportaje muy interesante donde salían los de Show Park, los chavales de Show Park en el documental y tal, decian cómo en el colegio las daban de hostias y tal, los matones y tal del colegio y ahora ellos bailan sobre sus cadáveres, ¿no?, porqué: perdían se divertían, hacían el tonto, perdían el tiempo haciendo monigotes y gracias a esos monigotes han transformado el mundo"

4 comentarios:

  1. pensar que la filosofía solo es digna de unos tantos cerebritos como usted, señor borrego, me parece arrogante

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  2. Sí...desgraciadamente han transformado el mundo, hacia la mediocridad y el relativismo absurdo, y de como la gente, por falta de criterio y humildad se ha dejado transformar.

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  3. Sí...han transformado el mundo, llevandolo a la mediocridad y al relativismo absurdo, con el beneplácito de la gente como anonimo.

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